Las desigualdades sociales en Colombia son enormes. No es secreto que una minoría muy rica en el país maneja los hilos del poder, ya sea desde lo económico, político o empresarial. Tienen buenos ingresos, estudios en colegios y universidades privadas, y las puertas abiertas en los mejores puestos con el Estado, los cuales les permiten seguir manteniendo su buen estándar de vida.
A la vez existe una clase media, que trabaja duro, cuya movilidad social poco existe, que paga altos impuestos, que se limita en viajes, paseos y estudios, que vive endeudada con los bancos y prestamistas. Muchos hijos de esa clase social logran con esfuerzo un título profesional pensando que con eso mejorarán su nivel de vida, pero ya en el día a día se encuentran con una barrera infranqueable para ascender socialmente.
Ahora con el bien merecido triunfo de Claudia López en la alcaldía de Bogotá, ella nos muestra lo que fue su sacrificio como ejemplo de clase media para llegar a donde está: todo con esfuerzo, con sueños y con trabajo. Sus estudios fueron préstamos del Icetex, sus trabajos fueron por su perseverancia, inteligencia, méritos. Ella es un ejemplo de que salir adelante en Colombia no es fácil.
Claudia fue senadora con votos de opinión, impulsó la consulta anticorrupción y hoy se convirtió en alcaldesa de Bogotá, el segundo cargo más importante del país. Además, es una mujer que tiene doctorado. Nadie le regaló nada en esta vida.
Por el contrario, Gabriel Santos, miembro de la élite, perteneciente a una de las familias más ricas e influyentes de Colombia, hijo del embajador de Colombia en Washington y que tiene todas las oportunidades para estudiar (el dinero y la comodidad, algo que millones de jóvenes no tienen pero desean), solo hizo ocho semestres de carrera, ya que se retiró. Aún así, tiempo después, se convirtió en representante a la Cámara sin haber sudado la camiseta, sin votos propios. Todo se lo han regalado en esta vida
Ese es un ejemplo de las dos Colombias, la del que tiene oportunidades y no las aprovecha y el que no las tiene, se esfuerza y lo logra.