Edwing D´Angelo alcanzó a soltar algunas lágrimas de emoción luego de presentar su primera pasarela en Bogotá. El diseñador bonaverense, que ha vestido a personalidades como la top model Tyra Banks, Kayne West o Michelle Obama, es más conocido entre la crema y nata de la sociedad neyorquina que en su propio país, de donde emigró hace 25 años. Había regresado a Colombia por motivo de la primera pasarela Somos Color #rutadelainclusion organizada por USAID y Henkel, cuyo objetivo es usar la moda para combatir el racismo. Edwing, que nació en Buenaventura hace 37 años, ha recorrido un largo camino para pasar de este puerto en el Pacífico colombiano hasta el distrito de la moda, en Manhattan.
De aquellos primeros años en Buenaventura recuerda que le gustaba ir a la casa de su tía Rosa únicamente por contemplar la máquina de coser. Se podía gastar horas enteras observando cómo la mujer practicaba lo aprendido en sus cursos de modistería con las monjas. Por aquél entonces sus únicos modelos eran los soldaditos de plástico, a los que diseñaba vestidos con pétalos de cayenas rojas y cajas de cigarrillo. Sin embargo, este era un oficio relegado únicamente para las mujeres y había otros caminos que sus padres preferían que siguiera, como la medicina o el derecho. A los 12 años le llegó la hora de partir hacia la Gran Manzana para reunirse con el resto de la familia y allá se involucró con el derecho. Empezó siendo apenas un adolescente, como asistente en la misma oficina que le ayudó a preparar sus documentos de inmigración y luego trabajó entre varios de los bufetes más importantes de Nueva York.
Así fue su pasarela en la pasada versión de la Ruta de la Inclusión en Bogotá
No obstante, la moda iba en su sangre y persistió como pasatiempo. Cuando ya estaba admitido en la Brooklyn Law School, tras haber superado un riguroso filtro, ocurrió algo que cambiaría su destino: Su hermana menor le pidió que le hiciera el vestido para su prom. Él compró las telas, las cortó a ojo, y los elogios de las compañeras de la hermana (así como los 32 encargos para hacer otros vestidos que recibió a raíz de ese) hicieron que Edwing se diera cuenta que lo suyo no era el derecho sino el diseño de modas. La madre, que no vio con beneplácito la decisión de su hijo, ni siquiera escuchó sus razones, empezó a pedirle dinero para los gastos y a complicarle la materialización de su sueño para que siguiera por el derecho.
Fue así como el joven diseñador se fue del hogar y empezó a labrarse su propio camino. En principio siguió trabajando con el derecho, pues éste le daba la posibilidad de financiarse como diseñador. De 9 am a 5 pm era abogado, y de 5 en adelante buscaba telas y diseñaba. Comprando una máquina de coser y un maniquí convirtió su apartamento en taller. Con la ayuda de un sastre que le cosía lo que él diseñaba en las noches, elaboró sus primeras piezas. Luego vinieron dos años comiendo agua y galletas para ahorrar todo lo que fuese posible. Aunque los atentados del 11 de septiembre retrasaron sus planes, pudo retirarse definitivamente del derecho y abrir su primera tienda en Harlem el 1 de agosto de 2002.
Sin embargo, su gran salto a la fama fue luego de que una de sus prendas apareciera en una de las escenas de la película El diablo se viste a la moda. De ahí en adelante vestiría a celebridades como Rihanna, Daddy Yankee, Patti LaBelle, Lil Kim e inclusive, sus prendas han llegado hasta la primera dama Michelle Obama, a quien ha podido mandarle un par de piezas gracias a un amigo estilista que la peina. Mientras tanto, no puede decir ni qué pieza, ni de qué color fue, pues hasta que ella no la luzca, por protocolo está prohibido hacerlo.
