La tecnología promete nada más ni nada menos que un mundo sin intermediarios en donde todos los que participan del sistema son responsables. Una tecnología que impacta en los mercados y los sistemas gubernamentales, así como en todos los proceso macro y micro de la economía.
Y ya lo estamos viendo. En finanzas esto significa, por ejemplo, la desaparición de los bancos porque permite la certificación total de transacciones monetarias que además no pueden borrarse o eliminarse de ninguna manera. En el mundo de la música o el arte propone eliminar instituciones o personas mediando entre clientes y artistas para velar por los derechos de autor asegurando su respeto y valor comercial, empoderando y reconociendo a todos aquellos que participan de las creaciones artísticas.
La cadena de bloques además permite por ejemplo verificar la historia de cualquier producto desde que se crea hasta que llega a manos de su último consumidor. Algo que sin duda aporta en conocimiento, eliminando a la vez horas de trabajo para la confirmación de origen, fuentes o productores.
Además, reconoce la creación de lo que se conoce como contratos inteligentes, que se implementan automáticamente cuando una serie de condiciones se llevan a cabo y se registran en el sistema sin necesidad de la aprobación o firma de alguien. Esto para el manejo del pago de impuestos o en la administración pública podría permitirle a los ciudadanos de cualquier país una participación y responsabilidad en las decisiones de presupuesto nacional.
Mas recientemente en el mundo de la educación se estudia la posibilidad de que la cadena de bloques ayude a certificar la veracidad de las competencias o habilidades adquiridas a través de sistemas de educación no formales o informales. Es algo que hasta el momento no se puede constatar. De lograrse, ayudaría por ejemplo, a los nuevos métodos de educación - como los cursos en línea o los tutoriales digitales –a consolidarse como una solución efectiva, valiosa y rápida para aquellos empleadores que requieren actualizar a sus empleados para ajustarse a esta nueva realidad digital.
Las aplicaciones más populares tienen que ver con las finanzas
en el manejo de lo que se conoce como las criptomonedas,
dentro de las cuales la más conocida es el bitcoin
Muchas de estas aplicaciones ya se conocen. Las más populares son las que tienen que ver con las áreas de las finanzas en el manejo de lo que se conoce como las criptomonedas, dentro de las cuales la más conocida es el bitcoin.
Las demás hacen parte de algunos proyectos piloto de empresas que le están apostando con fe a esta tecnología prometiendo agilidad, eficacia y sobre todo transparencia en sus transacciones y labores. Universidades como MIT, la de Nicosia en Chipre, el Knowledge Media Institute y Open University están realizando pruebas y diversos eventos para ahondar en la discusión sobre los efectos y alcances de la tecnología para encontrar las mejores soluciones que esta pueda proveer.
Podríamos estar a la vuelta de la esquina de un cambio fundamental que haría desaparecer la institucionalidad, generando el posible desmantelamiento del sector publico y por ende la evaporación de algo del status quo que hasta ahora conocemos.
Como todas aquellas tecnologías que está irrumpiendo en nuestras vidas, el blockchain reemplazará la labor de muchos humanos y borrará las líneas que hoy protegen la privacidad de muchos.
Tendremos que estar pendientes de su evolución para dirigir de la mejor manera la intencionalidad de su uso en cualquiera de las áreas en donde promete irrumpir.
Amanecerá y veremos