Ya lo había dicho en una publicación a pocos días de lo sucedido en el Charlie Hebdo: los grandes medios de comunicación manejan un repudio y un cubrimiento especial selectivo. Llevemos la noticia de la masacre de los cerca de 150 estudiantes en la universidad de Garissa (Kenia, África) a otro contexto: Supongamos pues que la masacre hubiera ocurrido en las universidades de Harvard u Oxford. Si así hubiera sucedido, sería primera plana en todos los medios de comunicación a nivel mundial.
Pongo el hipotético caso de dos de universidades más prestigiosas del mundo, porque no se trata de quién fue el atacante, sino de quién fue el atacado. Daría lo mismo si los islamistas radicales Al-Shabaab, hubieran atacado en la universidad aquella de Kenia, a si lo hubieran hecho en una de Etiopía; pero no hubiera dado lo mismo para los medios de comunicación y las grandes potencias, que los mismos terroristas hubieran hecho lo propio en Francia o en España.
Para complementar, el columnista de The Guardian, Roy Greenslade, hablaba en el 2007 de una jerarquía de la muerte, a saber: una muerte extranjera está por debajo de una muerte local o doméstica. También habla de que la muerte de los negros en el extranjero, de los musulmanes y árabes son pasados por altos porque son “no-occidentales”. Y es que entiéndase por “extranjero” a aquel fuera del círculo amigo de los Estados Unidos y demás potencias occidentales. En ese orden de ideas, tiene más valor la muerte de 33 estudiantes de la universidad de Virginia, (EE.UU; caso real), cuyas víctimas en su mayoría serían blancos, rubios, zarcos, cristianos…occidentales al fin, que la muerte de 150 estudiantes kenianos, que seguramente no eran adinerados, ni mucho menos rubios, ni zarcos…solo negros y probablemente pobres.
Tenemos en occidente ya ese imaginario patético de que esos “negritos pobres” de África poco aportan al mundo, y por tal razón, se les resta importancia. Sabemos que lo que pasa allá poca o nula importancia tiene y que tenemos hasta más relevancia los americanos (no precisamente los del norte), que ellos. Entre esos casi 150 estudiantes kenianos pudo haber un gran escritor, un presidente, un defensor de derechos humanos, un maestro, igual que lo pudo haber en los 33 que murieron en Virginia hace unos años, o en los 43 de México de hace unos meses. Estos casos merecían igual cubrimiento periodístico.
Sin ir muy lejos, lo mismo sucedió con lo del avión francés, agradeciendo que no fue un ataque terrorista, porque otro, y de nuevo en Francia, hubiera dado para que se enfilarán tropas “próvida” para acabar con cuanto musulmán encontraran. Este caso del Germanwings merecía el mismo repudio y cubrimiento, que debió merecer la estrellada del 470 de la aerolínea de Mozambique a finales del 2013, cuyo pilotó se estrelló deliberadamente provocando la muerte de más de 30 personas; pero claro, con ese sí no se hizo tal escándalo, porque como fue en Mozambique (África, otra vez), esos muertos importaban menos que los de Francia. Y no traten de justificar arguyendo que los de Mozambique eran menos que los de Francia, porque juraría que así hayan sido 300 muertos los africanos, nada hubiera cambiado en cuanto al cubrimiento mediático a nivel mundial.
Pero es que todo tiene sentido: los medios occidentales dominan la mediatización a nivel mundial (Fox News, CNN, la BBC etc.) y en resumidas cuentas, son los grandes medios occidentales los que dirigen la agenda de los medios de otros países, y por ello nos llegan con más impacto muertes de locales (entiéndase por esto: franceses, estadounidenses, londinenses, etc.) y no de extranjeros como en párrafos anteriores expuse, siguiendo la línea de Greenslade.
Cuña: Respecto a un discurso venenoso de Fernando Vallejo, considero que tiene razón en muchos aspectos, pero ese discurso no deja sino ver que es un señor amargado, pero eso no le quita lo gran gramático que es, además de defensor ejemplar de los animales y de la literatura en primera persona que anda en extinción. Acá amplío: http://goo.gl/Pka6rA
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