Sin lugar a dudas, don Dayro Mauricio Moreno Galindo es uno de los jugadores más importantes de la historia del fútbol colombiano, y no solo porque con su anotación de ayer haya igualado a Sergio Galván Rey como máximo goleador de nuestra liga profesional, sino porque él es uno de los pocos futbolistas nacionales que, por ejemplo, ganó una Copa Libertadores (con Once Caldas en 2004), un Sudamericano Sub-20 (con la selección en 2005) y una Recopa Sudamericana (con Nacional en 2017).
Sin embargo, en este texto no quiero solamente hacer un recuento de la brillante carrera deportiva del hombre que nació el 16 de septiembre de 1985 en el corregimiento de Chicoral, Tolima, pues todos los amantes del fútbol sabemos qué clase de jugador es Dayro, una fiera insaciable que adentro del área no perdona a los arqueros rivales.
| También le puede interesar: La "maldición" de los máximos goleadores del fútbol colombiano y cómo sus equipos terminan en la B
Durante años la infame prensa deportiva colombiana no ha hecho otra cosa que vender la imagen de un Dayro Moreno borracho e indisciplinado que, según ellos, siempre llega a "tirarse los equipos", como sentenció alguna vez César Augusto Londoño, uno de los periodistas más reconocidos de nuestra sociedad. Y es que, al delantero, por ejemplo, le cuestionan el hecho de no haberse quedado a vivir en el exterior, sin hacer un análisis justo de las situaciones que lo llevaron a retornar en varias oportunidades a Colombia.
Primero, lo criticaron por no adaptarse al estilo de vida de Rumania, un país con una de las calidades de vida más bajas de Europa, donde ni siquiera los propios rumanos quieren vivir. Luego, buscaron mostrarlo como un irresponsable por haber sufrido un accidente en México que le destrozó la cara, como si eso no pudiera pasarle a cualquier mortal. Y, por último, lo vendieron como el malo del paseo cuando la barra brava de Oriente Petrolero intentó atacarlo en Bolivia.
En cambio, los periodistas colombianos no han mostrado al Dayro que, a diferencia de muchos jugadores santurrones a los que ellos sí quieren, se dedica a generar empleo en el país con su empresa constructora.
| También le puede interesar: El billete que están haciendo Dayro y Guarín a punta de construir casas
No obstante, cada vez que quieren volver a generar rating con la vida privada del futbolista, se despachan en su contra por tener un estilo de vida lleno de lujos, como si él tuviera que pedirles permiso para comprar un carro último modelo o la casa que le venga en gana. Dayro Moreno, en definitiva, ha sido una víctima de la mediocridad de la prensa deportiva colombiana, que vende más chismes e intrigas que análisis y reportajes serios.
Tal vez, lo que les incomoda a muchos periodistas que durante años han buscado protagonismo dándole palo a Dayro es que, justamente, él haya logrado lo que logró en términos económicos y deportivos. Y no es para menos: mientras él con 38 años de edad se transformó en el máximo goleador de la historia del futbol colombiano, anotando un golazo de tijera, muchos de ellos tienen que andar inventando chismes para poder mantener su trabajo al frente de un micrófono.
