En Europa dicen que es un enano porque mide 1.80. Dicen que si tuviera diez centímetros más hubiera cortado el centro del primer gol de Brasil y el tiro libre de David Luiz que nos sacó en Cuartos de final del último mundial. En Latinoamerica, con su selección, ha tenido partidos decisivos. En Europa no genera confianza. Por eso es que quieren llevar a Joe Hart, el ex del Manchester City, para que sea el suplente de Peter Cech. Hoy quedó claro que, así lo duden los londinenses pijos hinchas del Arsenal, David Ospina es mucho arquero para el Arsenal.
Arsene Wegner, el técnico de los gunners, es soberbio. Desde el 2003 no gana una Premier League a pesar de llevar tres décadas en el club y ganarse una millonada al año. Cree que el problema fundamental no es la lentitud de la defensa y las cabriolas innecesarias de Alexis ni los pases para atrás de Ozil. No, la culpa es del arquero. Que lástima que después de ese mundial espectacular David Ospina no hubiera tenido el chance de ser titular inamovible de cualquier equipo grande de Europa. Tuvo la mala suerte de lesionarse justo cuando iba a empezar el campeonato del 2014. Jugando en desventaja sentó al consagrado Szczęsny. Fue más que el polaco pero Wegner, en vez de contratar a un goleador, se trajo a Peter Cech, el monstruo del Chelsea. 1.90, una muralla. Ospina empezó a morder el polvo del banco. Le tocó conformarse con jugar la Champions y claro, esa falta de competitividad se le nota en el rendimiento, en la falta de distancia. Sería un mejor arquero, sería el mejor de todos si no lo banquearan en la Premier.
El Bayern acaba de meterle cinco goles y aún así es tan bueno que fue la figura de su equipo. Ahora, fuera de Europa, a Ospina le tocará ver sentado el resto de la temporada porque en Inglaterra no juega. La selección sentirá su falta de competencia. Tendrá que aferrarse al sueño de una posible transferencia. Esperar irse al Fenerbache, una liga menor donde va a tener oportunidad. Los mejores arqueros a veces juegan en equipos chicos. Recuerden a Muslera, a Casillas, a Oscar Cordoba. Vamos Ospina, acá en Colombia te bancamos a muerte