La modelo Laura Tobón, apenas vio a David Alejandro Tarapues Tipa en la parcela donde vive con sus papás corrió a abrazarlo. Siete años, poco más de un metro y el dulce acento de los de Cumbal Nariño la enamoraron de inmediato. Tobón había visitado a cientos de niños pero con ninguno había sentido el cariño que le tuvo de entrada a David Alejandra. El niño no estaba nervioso. El primer regalo que recibió de Fabio Tapures, su papá, un cultivador de papa de 30 años, fue una guitarra de juguete. Cantaba todas las rancheras de Antonio Aguilar que desde un radiecito de pilas escuchaban los grandes. Nunca le quedó grande nada a pesar de que era el más pequeño de todos. Laura Tobón viajó a su parcela para darle la gran noticia: viajaría a Bogotá con su familia a presentarse en las audiciones a ciegas de La Voz Kids.
Sus papás y su hermanita, quienes nunca habían salido de Nariño, se deslumbraron ante los edificios y las amplias avenidas bogotanas. El que parecía imperturbable fue David. Nunca perdió la concentración. Al segundo día de estar en la capital se enfrentó al jurado en la audición a ciegas. Se subió al escenario vestido de charro. Le bastaron veinte segundos de la canción que eligió, las chamaquitas, para que convenciera primero a Yatra y a Fanny Lu. Andrés Cepeda decidió no voltearse. Su familia en el camerino lloraba con Laura Tobón de alegría.
Pocos creían que se iba a consolidar en el programa. David llora a veces por tener lejos a su familia. La gripa en los últimos días le apagó la garganta. Decían que no iba a cantar, que sucumbiría a la enfermedad. Amante de los animales le llevaron en el último momento una sorpresa para levantarle el ánimo: canelo, su Golden retriever al que le dedicó la canción que lo catapultó a la final. Otra vez el niño mariachi volvía a hacer llorar a un jurado y a un país que cada vez lo adora mas. Sus principales rivales serán Juanse Laverde, también del equipo de Yatra y, desde Boyacá La carranguerita, la pequeña campesina que ha resucitado el sabor de las canciones de Jorge Velosa. La pelea está cerrada