David -Nichito- contra el Goliat de la desinformación.
Resaltemos una realidad cada vez más evidente en Colombia, y en muchos otros países: el desencanto con los medios de comunicación tradicionales y el -ascenso de medios alternativos- que capturan cada día más audiencias.
La comparación entre David y Goliat es apta, ya que el crecimiento de estos medios "nichitos" se da en un contexto donde las grandes plataformas digitales y los conglomerados mediáticos dominan el espacio, pero han perdido la confianza de muchas personas.
Los medios tradicionales, percibidos como alineados con intereses económicos o políticos, enfrentan una crisis de credibilidad.
En cambio, los medios alternativos, que se ven a sí mismos como voces auténticas de las comunidades, crecen al ofrecer una narrativa más cercana a la realidad que viven las personas, mostrando lo que los grandes medios "esconden debajo de la alfombra".
El declive de los ingresos publicitarios ha afectado gravemente a los medios convencionales, mientras que las plataformas digitales continúan beneficiándose de su contenido sin compensación adecuada. Esto ha llevado a un fuerte ataque de los medios tradicionales contra los alternativos, a quienes ven como una amenaza creciente.
Este conflicto refleja el temor de los grandes conglomerados ante el avance de voces independientes que han logrado conectar con una audiencia que ya no acepta las narrativas oficiales sin cuestionarlas.
Así las cosas, en Colombia, una parte significativa de la población ha dejado de confiar en la prensa tradicional, y las audiencias han migrado hacia opciones más diversas, impulsadas por la búsqueda de información más auténtica y menos manipulada.
En resumen: Los Colombianos ya -no le comemos cuento- a la prensa hegemónica, cuyo dominio o supremacía ejercidas desde grupos de poder, de tal modo que dictar los términos y parámetros de la acción social en todos los sentidos y mantener la oposición fuera de la ley o la legitimidad, ha sido su forma de ser.