De origen coreano, el agente de servicio secreto David Cho siguió con el Presidente Biden la mega responsabilidad que ya tuvo con Trump durante sus cuatro años en la Casa Blanca: cuidarle la espalda y protegerlo de cualquier atentado contra su seguridad. Lleva casi treinta años de servicio, Cho le responde a las autoridades federales.
Su desempeño como agente secreto y escolta lo llevó a ser el segundo mando permanente del esquema de seguridad de Trump, cargo en el que estuvo hasta el cierre de su gobierno. El profesionalismo convenció a Biden, a su equipo y al FBI de que David Cho no tenía ninguna filiación política-ideológica con Trump o su administración y pudo permanecer en su cargo en el que se le vio en completo desempeño el día de la posesión presidencial.
Pero además de su alto rol en la seguridad, Cho desempeñó un papel diplomático clave en las relaciones con el régimen de Corea del Norte, por el cual recibió en el 2019 la medalla de excepcionalidad en el servicio por parte del Departamento Federal para la Seguridad Nacional (D. Homeland Security). Se le reconoció su proactiva participación en las negociaciones de alto nivel entre los Estados Unidos y el régimen Kim Yong Un, claves en bajar las tensiones entre los dos gobernantes y lograr la primera visita de un presidente gringo a tierras norcoreanas.
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