Acabó la primera semana del Tour y los colombianos, como se esperaba, son protagonistas. Cuatro ocupan los diez primeros lugares. El más sólido y regular es Egan. La montaña corta, la de puertos de menos de 10 kilómetros y explosivos, nunca le han venido completamente bien a los escarabajos. Ellos, en los Alpes, siempre se convierten en gigantes. En los Pirineos sólo se van acomodando en la general. El año pasado, antes de las etapas alipinas, Egan perdía más de dos minutos. En dos etapas descontó lo perdido.
Hay que esperar que lleguen las etapas con llegadas por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, en donde los colombianos se mueven como pez en el agua y los europeos se ahogan. La etapa nueve del Tour fue planificada por el Jumbo no sólo para empezar a vestir de amarillo a Roglic sino para sacarle diferencia a Egan. Esos 21 segundos que los diferencia en la general es producto de los embalajes que siempre le va a ganar el esloveno. Así que nada de nervios. Nunca lo pudo soltar y, comparado con el nivel mostrado en el Criterium Dauphiné, podemos decir que el colombiano está emparejando el nivel con Roglic.
Hay que esperar, el Tour no ha empezado pero ya hay conclusiones. Podgacar parece ser el más fuerte de todos y con 22 años será el nuevo tirano del ciclismo mundial. Roglic no está tan arrasador como pensábamos. De los colombianos el único que está para pelear carrera será Egan. Nairo y Rigo disputarán un cajón del podio. Miguel Ángel López es, ya, una desilusión no sólo para Colombia sino para el Astana. Los rivales grandes de Egan son Podgacar y Roglic.
Pero mucho cuidado con Egan. Creemos que los días más complicados ya pasaron y que empezará a remontar. Además, miren la telemetría de la famosa etapa a cronómetro final que es prácticamente una salida. Si Egan pierde con Roglic esa etapa lo hará por 30 segundos. Necesita es un minuto ganado en los Alpes. Lo podrá hacer. Su equipo está preparado para hacerlo.