En Soacha los abusos policiales son una constante. La gente sufre los rigores del desempleo y del acoso constante de las autoridades. Una de las únicas opciones que tienen los jóvenes para surgir es el ciclismo. Así se crió Daniel Felipe Martínez, nacido en ese lugar del sur de Bogotá en 1996. Entre mandados e idas al colegio. Su bicicleta era una extensión de su cuerpo. A los 18 se fue a Italia, lo formó Gianni Savio, el italiano elegante que creó a tantos campeones colombianos. Y a los 24 años no sólo ganó el Criterium Dauphiné sino que se alzó como el ganador de una de las etapas más duras del Tour de Francia.
Justo en el momento en el que Soacha vive momentos apocalípticos por culpa de la represión policial, del hambre que generó la crisis derivada de la pandemia, Daniel Felipe, un hijo de esa tierra, alzó los brazos en el Tour y consigue para Colombia la primera etapa este año en una grande.
Una caída al principio de la competencia le hizo perder mucho tiempo y cualquier posibilidad de disputar el Tour de Francia. La etapa ganada hoy es un consuelo enorme para él. Atacó faltando 10 kilómetros, se aferraron a él dos ciclistas alemanes, primero se desprendió de Maxiliam Schachman y luego de Kamma, en el embalaje final. Día agridulce para Colombia. Mientras celebraba Martínez Egan entregaba sus posibilidad en el Tour, lo mismo que Rigo y Nairo. Igual, hay que celebrar.