El miércoles 19 de septiembre de 2018 fue el día más gris en la historia de ese canal. Revisando las cifras de rating que diariamente reporta Kantar Ibope Media encontramos a su producto más exitoso, La Ley del Corazón 2, con miserables 4.0 en pleno horario de 9:00 p.m. a 10:00 p.m. Un horror. Peor es la situación con el anunciado hasta el hartazgo Mi Familia Baila Mejor que apenas obtuvo 2.9: algo jamás antes visto en un programa transmitido de 8:00 p.m. a 9:00 p.m. Ni a Valentino el argentino transmitida hace 10 años le fue tan mal: promedio 10 puntos de rating antes de ser abruptamente sacada del aire luego de 4 capítulos
¿Qué es lo que está pasando? Dentro del mismo canal niegan esa crisis. En menos de un año se han hecho lavado de cara tres veces, han peluqueado programas, despedido personal, contratado nuevo presidente (José Roberto Arango, experto en meterle manos a empresas en quiebra como Millonarios F.C y Acerías Paz del Río). Sin embargo, absolutamente todo les ha salido mal y no se vislumbra mejora alguna.
Entre las razones del fracaso la gente alega que la conocidísima línea editorial del noticiero del canal a favor del uribismo impuesta por Claudia Gurisatti espantó a la audiencia: nada más falso que eso. De los últimos resultados electorales (plebiscito, Congreso, presidencia, anticorrupción) queda claro que esa línea dura prouribista es lo que le sigue gustando a la gente, así que posible audiencia sí hay. Otros manifiestan que la culpa es de la empresa encargada de las mediciones, incluso RCN en su momento confirmó su retiro del sistema de medición por "ser un modelo odioso y peligroso". Lo cierto es que sagradamente el cheque del canal les sigue llegando a los señores de Ibope por sus servicios ofrecidos, y hasta la cuenta en Twitter del canal le da me gusta a los trinos de las cuentas que filtran los datos de la empresa medidora.
¿Qué puede haber mal en la medición actual? Los detractores afirman que no es claro cómo se realiza esta medición y señalan que no cubre otros medios a los que la gente ha migrado para consumir televisión (¿internet, TDT?). Si esto fuera así La Ley del Corazón 2 sería todo un éxito en YouTube. La realidad es otra, palidecen las 50 k vistas en promedio de los capítulos en YouTube de esta novela frente al 250 k de La reina del flow, 5 veces más, cifra que coincide con los resultados dados por IBOPE
¿Será que el fracaso se debe a que los programas de la competencia son de la más alta calidad? Tampoco. Yo me llamo obtiene cifras ridículas de rating porque refleja la idiosincrasia colombiana: cualquier programa hecho para burlarse de las personas es una fórmula ganadora. La reina del flow, por su parte, obtiene esas cifras aprovechando el boom mediático del reguetón. Además, su trama es absolutamente predecible desde el primer capítulo, pero engancha, y engancha porque también contiene otra fórmula ganadora en televisión: nos encantan las tramas de personas buscando venganza. Y ni qué decir de La Piloto, otra narconovela más en el horario típico de la cocaína en televisión de 10:00 p.m. a 11:00 p.m. En realidad, el Canal Caracol puede programar cualquier basura y aun así obtendrá mejores cifras de rating que su canal rival.
¿Es momento de darle los santos óleos al canal? A inicios de 2018 se rumoraba que no renovarían licencia y finalmente sí lo hicieron. También a inicios del 2018 se rumoraba que vendrían vientos de cambio, lo que efectivamente ocurrió. No obstante, toda maniobra ha sido desafortunada: los últimos intentos de renovación hicieron descender su rating de 7 puntos a 4. Así mismo, a inicios del 2018 se rumoraban despidos. El más conocido fue el de todo el equipo de Muy Buenos Días. A Jota Mario lo han visto saludando mucho en el Canal Uno y les aseguro que si se formaliza su vinculación su programa matutino competirá de tú a tú con El Desayuno y lo peor vendrá: comenzar a ocupar terceros lugares en el rating perdiendo hasta con el Canal Uno.
Lo cierto es que ya es hora de que tomen cartas en el asunto: no más paños de agua tibia, ni chismes de la Negra Candela asegurando que las cifras tienen muy contentos a los directivos. El rating habla por sí mismo. Que reestructuren completamente el canal identificando cuáles son los errores o que le den el descanso eterno. Seguramente esa plata de la licencia hubiera sido mejor invertida en Win Sports o NTN24, otros dos canales igual de odiados por los colombianos. Pero como van las cosas la decisión final viene de Carlos Ardila Lülle, quien seguramente está esperando que se le cumpla el milagrito que el gobierno Duque le dé el empujoncito necesario a su canal.