La llegada de los supermercados con el modelo de 'precios bajos y alta calidad' ha llegado para quedarse en Colombia. Antes ir a supermercado de cadena era prácticamente un lujo que pocos tenía la posibilidad de darse, las tiendas de barrio y las plazas de mercados eran la única opción hasta que llegó las tiendas D1, propiedad de los Santodomingo, el Ara de la multinacional portuguesa Jerónimo Martins, y Justo & Bueno de Reve Group. Poco a poco se posesionaron en los supermercados más visitados, se llevaron por delante a grandes y poderosos como El Éxito, Carulla y Olímpica y, lo mejor, se impregnaron en la cotidianidad.
En la pandemia, estos supermercados de 'low cost' aumentaron sus ventas y no despidieron a sus empleados, al contrario se expandieron. Sus productos fueron sido clave en la formula del éxito, la gran variedad y calidad atrae a miles de colombianos que han preferido llenar su nevera y alacenas acudiendo al Justo & Bueno, D1 o Ara antes de gastarse altas sumas de dinero en supermercados tradicionales. Según Kantar Worldpanel, para diciembre de 2020 cerca de 3.9 millones de colombianos mercan en el D1, un millón lo hacen en Justo&Bueno y unas 795 mil se deciden por el ARA.
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