Ayer, durante el debate de la reforma política sucedió algo inusual. Durante la discusión que buscaba obligar a los partidos políticos a que únicamente se presentaran listas cerradas, coincidieron los representantes de diferentes orillas: por un lado, Juanita Goebertus de la Alianza Verde y por el otro, el representante Carlos Eduardo Acosta del partido Colombia Justa Libres.
Es curioso este hecho, pues ambos defendieron a capa y espada las listas cerradas mencionando varias ventajas que se traían a los sufragios en Colombia. Primero, permite la despersonalización de la política y el crecimiento de ideologías acorde a los partidos. Segundo, ayuda a evitar la financiación política acorde a los topes establecidos por la ley. Tercero, se reducen los grandes gastos de las campañas. Cuarto, evita que los partidos políticos sean microempresas electorales.
A Goebertus la dejaron sola sus compañeros de partido, quienes votaron en contra de la reforma política y ayudaron a que esta no fuera aprobada. Entre los votantes en contra están: Inti Asprilla, Mauricio Toro, Katherine Miranda, entre otros.
Carlos Eduardo Acosta defendió en más de una ocasión las listas cerradas, puesto que, en su partido, según los estatutos, las listas son cerradas y en las pasadas elecciones se presentaron de esa forma. El representante de Colombia Justa Libres contó que con las listas cerradas presentaron cuentas claras sobre los gastos, trabajaron en equipo y se presentó coherencia ideológica.