Desde 1985 no sonaba el cura José María Ramírez, se dijo por aquellos meses de la catástrofe que su maldición era la que había acabado con el pueblo. La culpa no era de la ineptitud del gobernador Alzate, ni del presidente Betancur. Se olvidaron de los estudios de los geólogos y vulcanólogos, la culpa la tenia el cura y nadie más. Muchos camanduleros e ignorantes opinaron así.
Y especularon hasta más no poder: que es que al cura le volaron la cabeza de un machetazo y jugaron futbol con ella y que lo dejaron tendido en el parque Los Fundadores al que luego llegaron las prostitutas del pueblo y lo recogieron para llevarlo al cementerio, que esto era un castigo. E inventaron frases como que antes de morir dijo que sobre esta tierra lloverá fuego y piedras y que no quedará piedra sobre piedra, etc y etc.. En fin la gente con fe y otros de mala fe, justificaron o defendieron su muerte. Y en cuanto a la tal maldición, de esta no hay pruebas. Si de su recalcitrante odio a los liberales y de un testamento elaborado el mismo día: “ De mi parte, deseo morir por cristo y su fe. Al Excmo.Sr. Obispo inmensa gratitud , porque sin merecerlo me hizo Ministro del Altísimo, sacerdote de Dios, y para el pueblo , hoy de Armero (sic), por quien quiero derramar mi sangre… “. Cierto es que su su cadáver fue llevado en las horas de la noche del mismo día de su asesinato en un camión de la Hacienda El puente, conducido por Pacífico Prieto, como consta el expediente. Es arrojado medio desnudo a una cuneta cercana a la puerta del cementerio. Al otro día, el domingo 11 de julio lo entierran tal cual estaba, diez días después le hacen la autopsia, lo ponen en una caja y lo vuelven a enterrar. A los 22 días vinieron familiares de la Plata Huila, quienes se llevaron sus restos para sepultarlos en su tierra natal.
Godo sí, mártir no
Y ahora vuelve a sonar porque está en lista para ser beatificado en su visita a Colombia por el Papa Francisco. Para tantear un poco las opiniones de los armeritas, que en su mayoría son directos y frenteros, he lanzado tímidamente la siguiente pregunta en el grupo de la Fundación armando Armero de Facebook: ¿Alguna opinión acerca de la decisión del vaticano de reconocer el martirio y beatificar al cura que ofició en Armero en 1948: Pedro María Ramirez Ramos. ?
La mayoría está coincidiendo en que es un inmerecido homenaje. Sólo un miembro habló de maldición hoy día, pero no afirmando, los demás opinan en que no lo deben beatificar, que no se merece esta categoría de la iglesia católica. Cierto es que jamás escuché que este cura fuera una buena persona y No por ser conservador. Quiero dejar claro también que no justifico su muerte, ni ninguna muerte violenta. Si hubiera vivido en Armero en esa época, con seguridad hubiera sido Gaitanista y católico también, y hubiera hecho lo posible por evitar su muerte. Tampoco estoy de acuerdo en que sea un mártir y en que sea beatificado. Seguramente le traerá algo de turismo morboso a Armero, o si se cuenta bien la historia, atraerá un turismo más responsable. Algo que deberá organizarse éticamente, para que sea el visitante el que se forme su propio criterio. En la Plata Huila, tienen un museo , un vistoso mausoleo y esa ciudad sin duda será la más feliz de su beatificación. Tristeza para los estudiantes de los colegios y nuevas generaciones a quienes le cuenten una historia acomodada y le digan que fue un mártir de la fe, tamaña mentira, cuando en realidad lo fue del partido conservador.
El rosario más bonito del barrio
Preocupa esta beatificación, que da lugar a afirmar que el clero colombiano sigue siendo recalcitrantemente conservador y antiliberal. En los años 40 en Armero, el cura Ramírez en sus sermones predicaba en contra de los liberales. Ya llevaba dos años insultando y provocando a liberales y a gente humilde y campesinos del común, recibió la parroquia el 10 de julio de 1946 y como sabemos la dejó el 10 de abril de 1948, hasta ese día desde el púlpito no se volvió predicar odio contra los liberales. No hay que olvidar que el Obispo de Ibagué declaró a la población por seis meses en entredicho. Tampoco hay que desconocer que fue piadoso y que andaba con su rosario todo el tiempo. Como la mayoría de gente hoy día carga un dispositivo celular respondiendo chat, Ramírez así rezaba el Rosario, pasaba las cuentas en sus dedos con los que señaló a los Gaitainistas, cerca de sesenta cuentas, como se llaman las pepitas que tiene un rosario.
Porqué esta insistencia del clero colombiano, porqué este desconocimiento garrafal de la historia. Imagino que el Papa Francisco dirá sí, simplemente, porque desconoce la historia de la violencia conservadora y liberal de Colombia y también desconoce estos hechos. Quién le podrá decir, que no fue un mártir de la Fe, que José María Ramírez, no fue como Santa Teresa Benedicta de la Cruz, San Bartolomé o Juana de Arco. Le vendría mejor a la memoria Armero que el papa ayudara a los familiares de los niños perdidos de Armero, que al menos nos recibiera. Estos fueron adoptados, por conductos regulares o irregulares o literalmente robados de la misma ciudad donde ahora quieren beatificar a alguien sospechosamente mártir. El papa Francisco sí conoce muy de cerca el drama de la Abuelas de Mayo de Argentina su país natal, algo parecido a lo que padecen estas familias de Armero desde hace 32 años. La investigación niños perdidos de Armero, merece su bendición, apoyo y la del clero colombiano. Vale la reiteración: esta beatificación es una decisión católicamente incorrecta.
“Pidamos a Dios el martirio”
En las jornadas de memoria sobre eventos de Armero que realizamos durante varios años, en una tarde de cervezas con los viejos sabios: Hugo Viana, Armando Parra y Jorge Melo, los tres fallecidos, tocamos el tema del cura Ramírez. El más informado de los tres era Hugo porque generosamente sacaba del bolsillo de su chaqueta gris a rayas fotocopias de una juiciosa investigación que acuñó en su libro.. “Armero, su verdadera historia”. Allí pudimos leer piezas del proceso que inicio la Alcaldía de Armero el 19 de abril de 1948, contra Camilo Bocanegra y otros. También esgrimía como trofeos , documentos del Consejo de guerra verbal del catorce de julio de 1948 en Bogotá, en fin no hablaba por hablar, lo mismo que Armando y Jorge. Pues estos dos últimos , tenían su saber y conocimiento de su pueblo que habían vivido y recorrido gran parte de su vida.
No escuché ninguna frase que elogiara la gestión de Ramírez. Eso sí, Reprochaban la violenta muerte del cura que vivió 48 años, 5 meses, y 18 días. Tenía de sacerdocio 16 años, 9 meses y 20 días. Era antigaitanista y desde su púlpito habló mal de los seguidores del caudillo. Esta vez su hija Gloria Gaitán tiene toda la razón.
Al fin cómo murió ?.También presentía que su muerte iba a ser trágica como lo dijo en la iglesia de Fresno de donde vino: “ presiento que mi fin será trágico “. Más apartes del libro El mártir de Armero del sacerdote jesuita Daniel Restrepo, consignan fases como esta : “ para ser mártir , no es menester ir a tierra de misiones”, “ me he ofrecido victima por la iglesia y por la patria”, “pidamos a Dios el martirio”, “el sagrado corazón me va a hacer mártir”, en fin, este tipo de frases las mencionaba con frecuencia a sus compañeros del sacerdocio y feligreses. Pero la que más llama la atención es la siguiente pronunciada en Semana Santa predicando en Armero: “Si yo muero a manos de mis feligreses , ofrezco mi vida por mi parroquia”. Sus frases caían tan duro como los machetazos que le propiciaron su muerte el 10 de abril entre las 4 y 5 de la tarde.
El 9 de abril, el rumor de que en la iglesia y la sacristía de Armero, los conservadores tenían guardadas armas y bombas que podrían ser utilizadas contra el pueblo y los liberales, cobró tanta fuerza, que varios armeritas ingresaron a la fuerza a la iglesia y el convento a revisar y confirmar esta caleta. No encontraron nada.
El 10 de abril varios conservadores se atrincheraron en la iglesia con armas y de dónde se escucharon explosiones , lo que confirma el cuento de las bombas. Mientras tanto gente humilde del pueblo sacan de su funda los machetes y se amotinan en la puerta de la Iglesia. El cura que se había refugiado en la casa de la señorita Cecilia Torres, que colindada con la casa cural, es descubierto por Camilo Leal Bocanegra , quien lo conduce por la calle 11 hacia el Parque. Allí está la gente del pueblo y lo cogen a machetazos. En autos rendidos el 2 de mayo en los folios 66v. a 69,el primer machetazo lo profirió el señor Alonso Cruz Ayala. Declaraciones van, declaraciones vienen acerca de la violenta muerte y se resuelve: “ Condenar al señor Camilo Leal Bocanegra , alias “mano de ñeque”, cuyas condiciones personales son conocidas en el expediente, a la pena de veintiún años, cuatro meses de presidio, como principal y a los accesorios correspondientes, por los delitos de asesinato, asonada y daño en cosa ajena , de que tratan los artículos 363, 144 y 426 del código penal respectivamente. La pena será descontada en el establecimiento carcelario que determine el Gobierno. Condenar a José Yesid Chavarro, a la pena de veinte años, cuatro meses, veinticuatro días de presidio, pro el delito de asesinato que trata el artículo 363 del código penal. Condenar a Alonso Cruz Ayala, a la pena de veinte años, cuatro meses veinticuatro días de presidio también por delito de asesinato. Condenar a Arturo Giraldo alias el loco, a la pena de veinte años , cuatro meses , veinticuatro días “.
Hubo absueltos, otros condenados a menos tiempo, pero no es como dice la leyenda que este delito quedó impune. La penas fueron fuertes para la época. Actas que fueron firmadas por el Tte. Cor. Rafael Calderón R, (presidente del Consejo), Pedro I. Rincón C (vocal ) Cap. Carlos Rodríguez (vocal ), Sbtte. De , Navio. Nestor Ospina M. (secretario ).
Trago y putas
Armero era un pueblo liberal, de 12 concejales , casi siempre el concejo tuvo diez representantes liberales, uno conservador y uno de la izquierda. En 1948 tenía nueve concejales, siete liberales, un comunista y un conservador. También fue liberal en sus ideas y en su cotidianidad. Esto se advertía en la tolerancia, su visión de mundo, su progreso no sólo en los renglones agropecuario sino en lo cultural.
En una ciudad dónde hay plata, siempre habrá trago y putas. Pero también museos, clubes sociales , buenos colegios y hasta sede de universidades como la tuvo Armero, hace 32 años. Eventos que la diferenciaban de ciudades hoy tan importantes como Honda y Mariquita, sus vecinos. Sin lugar a dudas fue la ciudad más importante del Tolima en la época de los 80, después de su capital Ibagué.
Ojalá Colombia recuerde esto y también que la catástrofe como sabemos se hubiera podido evitar. También, que Armero no fue un pueblo matacuras, le dio su cura a un cura que odiaba a los liberales, delito que pagaron su autores y que obedeció a una época lamentable de Colombia, como tantas que seguimos teniendo.
*Director de la Fundación armando Armero.
Periodista y Magister en políticas culturales y desarrollo.