El origen de Barranquilla nace en el año de 1627, cuando, según la historia, se fundó la hacienda San Nicolás, tiempo más tarde que las demás ciudades del país a comienzos del periodo colonial.
Comerciantes, artesanos, navegantes y transportistas fueron quienes poblaron por primera vez a Barranquilla, la cual fue creciendo lentamente.
Gracias a su ubicación geográfica, desde el siglo XVIII sumó importancia como puerto fluvial. El 7 de abril de 1813, Manuel Rodríguez Torices, gobernador del estado libre de Cartagena, la proclamó villa.
En la mitad del siglo XX se expandió en todos los aspectos, transformándose en la tercera ciudad industrial más grande de Colombia. En este país es pionera en sectores como la aviación, servicios públicos y de proyectos urbanísticos.
El nombre de Barranquilla se debe a las barrancas que existieron en la ribera occidental del río Magdalena, desde donde empezó la formación de la ciudad.
Las calles de la hoy capital del Atlántico eran polvorientas, cuando las fuertes brisas soplaban se levantaban remolinos de arena. De ahí nace el apelitivo La Arenosa.
También esta ciudad recibe el nombre de la Puerta de Oro de Colombia por cuenta del primer puerto marítimo de Colombia, que se construyó en 1936.
Recuerdo el año 2005 cuando vine a La Arenosa con mi señora madre y hermanos, procedentes del departamento de Cesar, en busca de un mejor futuro. En ese año cursé el décimo grado de bachillerato. El aspecto de esta ciudad era el de un pueblo pequeño y abandonado. En los sectores del centro histórico las vacas transitaban como si fueran vehículos, las aceras y plazas estaban invadidas por vendedores estacionales. Era un caos caminar a cualquier hora por el centro.
El enemigo más grande después de la inseguridad de Curramba eran los enormes arroyos que se formaban cada vez que llovía. La ciudad se parlizaba o se inundaba. Recuerdo también que no había muchos lugares turísticos para visitar.
En el presente Barranquilla tiene otra cara, esta vez de modernización y de avance: los barranquilleros y turistas ya no tiene que esperar el carnaval en el mes de febrero para visitar y disfrutar de “Quilla”; ahora lo pueden hacer todo el año. Sus escenarios deportivos y lugares emblemáticos están remodelados y ampliados; cuenta Barranquilla con un nuevo Malecón, en donde podemos deleitar nuestra vista con la magia del Magdalena; la recuperación y ampliación del puerto marítimo, el nuevo puente Pumarejo, nuevos y grandes centros comerciales y la canalización de los peligrosos arroyos son la sensación en Curramba.
Lo único que no ha cambiado en la capital del carnaval es la inseguridad, que cada día va en aumento, y la falta de oportunidad laboral y del acceso a la educación a los jóvenes de escasos recursos.
Hoy, 7 de de abril, Barranquilla está de fiesta porque cumple 209 años de haber sido fundada, y en distintos puntos de la ciudad se llevan a cabo diversos eventos para celebrar esta fecha tan especial.
Salí a las calles a preguntarles a los barranquilleros por lo que más les gusta y lo que no les gusta de su ciudad, también les pregunté qué quieren ellos que el gobierno local le dé a Barranquilla como regalo y, por último, les pregunté qué le cambiarían a su natal ciudad y la definieran en dos palabras. Ellos, los entrevistados, coincidieron en todo: le piden al gobierno local seguridad y oportunidad de empleo.
Se sienten orgullosos de ser barranquilleros porque su ciudad es alegre y rumbera.
A título personal, hoy le digo a Barranquilla gracias, muchas gracias por haberme abierto su Puerta de Oro, a mis amigos, por brindarme su amistad y cariño, y a sus hermosas mujeres, gracias por brindarme su amor y amistad. Gracias Arenosa linda por adoptarme como hijo tuyo, me siento como tal.
Dios siga bendiciendo a esta tierra y la cubra con la sangre de Jesucristo.
¡Feliz cumpleaños, Barranquilla!
Caminar por las calles de la vieja Barranquilla bajo el inclemente calor producido por la temperatura, degustando un refrescante raspao o "patillazo" (jugo de patilla) acompañado con una arepa de huevo, empanada o una arepa cubierta con queso, mientras se conversa con un desconocido que te trata con amabilidad, llamándote "hey, mi llave" que significa mi amigo, y te mama gallo como si te conociera desde la niñez no tiene precio alguno.
Todo eso se vive en la capital de la alegría.
El calor humano, la confianza y el apoyo que nos brindan los barranquilleros al momento de pedirles orientación para buscar una dirección o auxiliarte cuando lo necesites, ya sea de defenderte en medio de un atraco, ayudarte en tu barrio o en cualquier lugar de la ciudad, hacen que "Quilla"sea el mejor vividero del mundo.
