El rostro de Jeymy Vizcaino reflejaba los días de angustia acumulada, el cansancio, la rabia por la impotencia de una madre que minutos antes había dejado en el cementerio a la más pequeña de sus tres hijos. Venía de despedir en el cementerio a Génesis, quien se convirtió desde Fundación, en el símbolo del repudio nacional de la violencia ejercida contra la niñez.
El viernes 6 de octubre y antes del mediodía, Jeymy, su esposo Benjamín Rúa, familiares, amigos y por lo menos un centenar de lugareños recorrieron las polvorientas calles de Fundación para despedir a la niña de nueve años. Esas mismas vías cuyos vecinos conocieron las "gambetas" de la niña cuando jugaba fútbol o sus pasos rápidos para hacerle los mandados. Algunos llevaban camisetas blancas con el mensaje: “Siempre te recordaremos Génesis”.
Tras el entierro, el inclemente sol que había acompañado la mañana en Fundación desapareció para darle paso a un torrencial aguacero que muchos creyentes interpretaron como el llanto de Dios tras la bajeza de Adolfo Arrieta García, vecino de la familia Rúa quien confesó el crimen.
A la humilde casa de tejas de zinc donde se veían algunas goteras, paredes con ladrillo a la vista, piso de concreto, sin puertas, donde vive la familia Rúa, llegó la Directora General del ICBF, Juliana Pungiluppi. Además de la solidaridad quería reafirmar el propósito del gobierno en seguir acompañándolos y seguir dando la pelea por todos los niños de Colombia.
Bajo el abrigo del árbol de mango que vigila la entrada de la casa, Juliana y Jeymy se fundieron en un abrazo largo y profundo en el que fue imposible contener las lágrima con el que sellaron el compromiso de seguir en contacto y brindándole todo el apoyo a la familia Rúa."Fue un encuentro muy emotivo”, dijo Juliana para quien es incomprensible que “la mayoría de los abusadores sexuales de nuestros niños, niñas y adolescentes estén en sus entornos más cercanos, en sus propias casas y barrios”.
En medio del salón principal de la casa estaba Benjamín, el padre de Génesis, recostado en una mecedora como si se tratara de un paciente terminal. El dolor profundo del hombre que había perdido a su niña consentida inundaba de silencio toda la casa. El tiempo parecía detenido, pero pasaron tres horas cuando Juliana debió dejarlos. Antes del hasta pronto, Jeymy aprovechó para solicitar que Juliana les diera un mensaje a todos los padres: “A toda Colombia quiero decirles que cuiden a sus hijos, ámenlos, protéjanlos, no se confíen del vecino. Dediquen tiempo para ellos y denles mucho amor”, luego el llanto la doblegó.
Al despedirse, la Directora General le dijo a Jeymy que ella apoyaba la iniciativa para endurecer las penas contra los violentos que maltraten a los niños y adolescentes y que impulsaría la iniciativa de cadena perpetua en contra de los abusadores sexuales de menores de edad. Una iniciativa que el presidente de la República, Iván Duque, presentó en campaña y que ahora buscará hacer realidad.
Las crecientes cifras de abuso sexual parecen darle un sentido de urgencia a esta iniciativa. El ICBF ha abierto, entre enero y agosto de en 2018 en todo el país, 9.102 procesos para el restablecimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. Justamente el departamento del Magdalena, de donde era oriunda Génesis, tristemente es la región del país, entre las que tienen una población superior al millón de habitantes, con la tasa de abusos sexuales más alta: 30 casos por cada 100.000 habitantes, seguida de Cesar y Huila con 29 y Bogotá con 27.