Yo expongo mi vida en esa peligrosa trocha. Una verdadera carrera de obstáculos tenemos que sortear quienes tenemos el infortunio pero la necesidad de transitar en y por ese trayecto.
¿Cuántas muertes, cuántos heridos, cuánta tragedia y desolación esperará el Estado para tomar cartas en este delicado asunto ?
Si hay algo que pienso, en mi tranquilo trajinar profesional, es en esos benditos viajes a la capital. En cada viaje siento a Riohacha más y más lejos. Se siente más tortuoso ese trayecto. El Rally Dacar le queda en pañales al Rally San Juan del Cesar - Riohacha.
Mi pobre camioneta está a punto de hablarme porque cuando esquivo un hueco me meto en uno peor y más profundo. El desajuste de mi pobre vehículo es inevitable.
La única solución distinta al arreglo definitivo de esa vía es viajar en helicóptero.
Dios mío, mete tu mano, porque para comprarme un helicóptero no tengo ni la cuota inicial, eso solo está en mis sueños y soñar a pesar de que no cuesta nada tampoco produce. Los sueños, sueños son.