A pesar de los grandes avances en equidad de género, aún debemos celebrar con bombos y platillos todos aquellos eventos en los que las mujeres logran acceder a cargos que han sido históricamente ocupados por hombres.
El reconocimiento de estos alcances demuestra que, a pesar de que algunos espacios siguen siendo pensados y diseñados por hombres y para hombres, las mujeres estamos logrando acceder a ellos.
En esta oportunidad se trata de un cargo al que para llegar no solo se necesita de inteligencia, perseverancia y valentía. Piden habilidades físicas y mentales extremas. Tienen que pasar intensas y doloras pruebas que retan a los más capaces y preparados porque tienen que ver entre otras cosas, con la toma de decisiones que ponen en riesgo la vida de compañeros y civiles.
Y por eso las menciones en la prensa. Por primera vez en casi 250 años de historia, una mujer aún desconocida, se convertirá en Oficial de Infantería del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.
El reconocimiento se dará luego de su graduación el lunes 25 de septiembre cuando reciba su diploma por haber terminado el intenso curso de trece semanas, requisito fundamental para el grado.
Este cuerpo de la Marina es uno de los que realiza combates en tierra, por lo cual para lograr hacer parte de él hay que pasar pruebas físicas de fuerza y habilidad, y mentales que incluyen la formación del carácter propio de quien tiene que supervisar e implementar operaciones militares bajo altos niveles de estrés.
Las pruebas no son fácilmente superablesy están diseñadas
para romper en pedacitos a cualquier ser humano que intente hacerlo,
para volverlo a componer con piezas refiladas al estilo militar norteamericano
Las pruebas no son fácilmente superables y están diseñadas para romper en pedacitos a cualquier ser humano que intente hacerlo, para volverlo a componer con piezas alineadas y refiladas al estilo militar norteamericano. Según reportes, el 10 % de quienes lo toman, renuncian el primer día y el 25 %, se rinde antes de terminarlo.
Las pruebas incluyen destrezas de combate, fuerza necesaria para cargar equipo que puede llegar hasta los 68 kilos, caminatas extenuantes en terrenos difíciles, y habilidades de navegación por tierra, entre muchas otras.
Para este en particular, se registraron 4 mujeres y solo una de ellas logró terminarlo. En 2012, cuando gracias al expresidente Barack Obama se abrieron espacios para mujeres con el fin de experimentar, se presentaron 32 y ninguna lo pasó obligando a cerrar el ensayo en 2015.
Pero en diciembre de este mismo año el Pentágono abrió la posibilidad a las mujeres de aplicar a cualquier cargo y desde entonces varias lo trataron de pasar más de una vez.
Y es solo hasta ahora que se rompe el mito. El logro de esta joven, que según los requisitos del curso debe estar entre los 19 y los 24 años de edad, representa el inicio de una nueva era para las mujeres en el aparato militar norteamericano.
Con ella se abre la posibilidad de vencer varios de los miedos expresados por los propios militares sobre las destrezas físicas de las mujeres y su liderazgo para el manejo de grupos humanos en condiciones de alto estrés, porque tendrá que liderar uno de al menos 40 subalternos. Con seguridad se verá enfrentada a toda clase de estereotipos, tradiciones y viejos esquemas de mando.
Ojalá tenga éxito en su nueva etapa. Nos conviene a todas.
Este triunfo no es de ella. Es de todos quienes deseamos un mundo más equilibrado donde tengamos las mismas oportunidades.