San José de Cúcuta representa el amor y la alegría de miles de ciudadanos. Sin embargo, es una ciudad que clama justicia y auxilio, y que se cansó de la corrupción... esa misma que a lo largo de la historia nos ha dejado en el atraso. Sí, la maldita corrupción de aquellos miserables que han vuelto nuestra ciudad su bolsillo, la han saqueado y la han robado.
Cúcuta es una gran ciudad con una historia que hemos olvidado y que ha marcado la historia de nuestro país. Además, es una ciudad diversa, llena de alegría y, sobre todo, donde usted puede ir de un lado a otro sin tomar tanto tiempo. Cúcuta es bella, un gran vividero y el que llega se amaña y no quisiera irse.
Necesitamos que quien asuma la alcaldía en las elecciones del 2019, lo haga con el mayor amor por Cúcuta y la mayor honestidad para con sus ciudadanos. Ya no aguantamos más el vandalismo ni el aumento de la violencia (este problema debe solucionarse con políticas de seguridad para nuestra ciudad), tampoco una calle más dañada, ni soportamos el caos del transporte público. Qué vergüenza que en pleno siglo XXI aún sigamos teniendo un aglomerado de busetas y nadie haya pensado en una administración pasada apostarle a un sistema masivo de transporte.
Así mismo, el desempleo, ese que ha llevado a un gran aumento en la pobreza, es preocupante. Por eso, quien asuma la administración de Cúcuta debe tener claro que se necesitan oportunidades para cada uno de sus ciudadanos. Esto se logra incentivando al empresario para que invierta en Cúcuta, atrayendo inversión nacional y extranjera, brindando oportunidades a los empresarios locales para que se vuelvan muy competitivos, apoyando a los informales para que den el salto a la legalidad y transformando la ciudad en una oportunidad para los empresarios. De ese modo podremos obtener una ciudad ya no con una de las mayores tasas de desempleo, sino con oportunidades para todos sus ciudadanos, esos mismos que los eligen.
Además, la próxima administración debe apostarle a la protección del medio ambiente. No podemos olvidar que aunque Cúcuta es una de las ciudades con más árboles del país, que en 1988 recibió el premio al mérito forestal Roble de Oro, que fue elegida ciudad verde por el Inderena y se le concedió el título de municipio verde de Colombia, hoy en día no cuenta con un modelo de sostenibilidad urbana que genere cambios en la protección del medio ambiente. Nos merecemos una ciudad con corredores y senderos verdes, no árboles rodeados de concreto. De hecho, debemos aumentar la reserva de árboles que tenemos, evitando la reforestación. No obstante, eso no es todo, la próxima administración debe estar dispuesta a implementar energías renovables, gestionar que estemos dentro de la cobertura nacional del servicio de gas natural, ya que las reservas con las que contamos son pocas y esto hace que el servicio sea más costoso.
Ah, una última cosa, el alcantarillado ya no soporta un aguacero de más de dos horas, por eso la próxima administración debe apostarle a una inversión en este asunto, ya que es una necesidad que padecemos desde hace muchos años, especialmente en barrios como El Pórtico, Heliópolis, Los Canarios, Valles de Girón, Colinas del Tunal, La Isla, 23 de Enero, Juan Pablo II, Las Margaritas, Guaimaral, Niza, San Luis, Prados del Este, Av Demetrio Mendoza, Av Libertadores, entre otros. Es hora de que los nuevos concejales que tendremos empiecen a trabajar por Cúcuta, se necesita con urgencia un nuevo alcantarillado para nuestra ciudad.
Este debe ser el año de darle una oportunidad a los nuevos, a los que se les notan esas ganas de trabajar por Cúcuta. Apoyar a los mismos de antes es permitir que quede una manzana podrida dañando a las otras.
Este año tiene que ser el del voto de rechazo y la muerte política de muchos de los que le han hecho daño a la ciudad. ¿Seguiremos permitiendo que a nuestra ciudad la sigan robando?, ¿hasta cuándo pasaremos esta página de saqueo a nuestra ciudad? Cucuteños, despertemos, a nuestra ciudad se la han estado robando por años.