Desde el lunes en la noche hay una sola preocupación en México, la salud de Vicente Fernández, el último de los charros mexicanos, el heredero directo de Jorge Negrete, Pedro Infante, pero a diferencia de ellos Vicente llegó a la ancianidad, y a los 81 años el ídolo absoluto de la ranchera pelea por su vida en un hospital de Guadalajara después de que se cayera de su recamara el pasado lunes mientras hacía ejercicio en su rancho Los tres potrillos.
Esta hacienda es tan sólo una de las joyas que tiene el cantante que en 52 años de vida artística grabó 100 álbumes, 300 canciones y protagonizó más de 20 películas. Cuando se retiró de los escenarios, en el 2016, había vendido 52 millones de discos en donde además obtuvo tres premios Grammys anglo, ocho latinos y 14 premios Lo Nuestro, acumulando una fortuna de 25 millones de dólares. Mientras está asistido por un ventilador en un hospital de Guadalajara, sus hijos están expectantes por lo que puede pasar.
A pesar de ser un ídolo de la canción mexicana y de su pose machista Vicente Fernández sólo ha tenido una esposa, María del Refugio Abarca Villaseñor,la famosísimaDoña Cuquita, con quien tiene medio siglo de matrimonio y con quien ha tenido cuatro hijos, Vicente Jr, el primogénito, quien en algún momento intentó seguir la carrera artística de su padre siendo cantante pero le bastaron unos cuantos años para entender que jamás podría llegar al éxito. Desde entonces, Chentico, como le dicen de cariño, ha sido el más desafortunado de los hijos del cantante y, como suele suceder, también el más consentido.
Alejandro Fernández Abarca, el segundo de los hijos, es el más exitoso y quien ha podido hacer una carrera al margen de su padre. Sus problemas con el alcoholismo y los rumores de homosexualismo, han hecho que el patriarca lo haya desheredado en el 2019. Alejandro vive en California y viajó el pasado 10 de agosto a la clínica en Guadalajara. Al ver a su papá entubado le recriminó a sus hermanos por el descuido que desembocó en su caída. Alejandro no necesita de la fortuna de su papá ya que tiene en su cuenta bancaria 15 millones de dólares producto de la venta de sus discos y sus conciertos.
El tercer hijo de Vicente y Doña Cuquita es Gerardo, un empresario quien aspiró a un cargo político en el 2011, a diputado por el movimiento alianza PVEM-PRI por Jalisco pero la fama de su familia le jugó en contra. Vale la pena decir que su hacienda, ubicada en Tlajomulco de Zuñiga, estado de Jalisco, se llama Los tres potrillos por sus tres hijos biológicos porque el matrimonio adoptó hace 35 años a Alejandra, la última de las hijas. Biológicamente es sobrina de Doña Cuquita, se dedica al diseño industrial y estuvo casada con el pianista José Luis Altamirano.
El matrimonio de Vicente de Doña Cuquita arrancó en 1963 en una capilla de Huanajuato y ese amor queda plasmado en ese video, captado en el 2017, en donde se ve la alegría que ambos sienten de permanecer juntos:
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Toda la familia está en vilo, pendiente de lo que pasará en las próximas horas que, debido a su estado de salud, parecen definitivas.
