Cuantos ciudadanos nos sentimos maltratados por los empleados oficiales o de la empresa privada, cuando hacemos presencia para solicitar un servicio, porque al tener derechos, tenemos la obligación (respetuosamente) de exigir. Queda claro que no es pedir un favor, por ejemplo, cuando vamos a pagar impuestos, o cuando requerimos un servicio, empieza el camino de espinas y sufrimiento, porque estos personajes, hacen gala de su prepotencia y posición dominante, siempre en contra de sus obligaciones, y esto va mas halla, cuando los organismos de control, hacen caso omiso de las reclamaciones que presentamos los ciudadanos "desatendidos" o agredidos: verbalmente, etc. Se manifiesta por todos los rincones los dineros son sagrados, y algunos gobernantes, los utilizan para sus sagrados beneficios personales y familiares, y se puede observar, como utilizan internet, para sus oficios personales y de sus hijos, los vehículos con para otros oficios diferentes, para los cuales fueron contratados, y cuando juraron para posesionarse dijeron " JURO cumplir ante Dios y la Patria mis obligaciones desde hoy como funcionario de esta entidad", pero cuando bajan la mano, ya nos estan haciendo pistola con los dedos de las manos y los pies. Hay casos de complicidad manifiesta entre vigilantes, aseadoras, contratistas y familiares, y cuando se presenta la denuncia, quedamos los ciudadanos sujetos al escarnio publico, porque desde algunos órganos de control, se comunica quienes son los quejosos, y viene el crujir y rechinar de dientes, y somos considerados en estas dependencias, una especie en va de extinción "Los Sapos", pero esa es nuestra función, porque poco a poco, combatiremos la corrupción y a los corruptos. LA SEGURIDAD ES COMPROMISO DE TODOS, SI TODOS COLABORAMOS, TODOS NOS BENEFICIAMOS.
