Lo único que me duele de la ruina de RCN es que Caracol, canal que no es muy distinto al de las tres letras, perdió competencia y se convierte en rey único de los televisores en cuanta cafetería haya en este país. Así, Caracol no tiene esfuerzo alguno por renovarse creativamente. Llevan quince años repitiendo el mismo formato del Desafío y La Voz Kids va por la misma línea. Este último es el más despreciable de todos pues juega con los sueños e ilusiones de los más pequeños para generar rating y cobrar millones de pesos a los anunciantes por cada segundo de pauta publicitaria.
El pasado lunes se estrenó la cuarta temporada del show. Básicamente es lo mismo que venimos viendo desde 2014; un niño canta, los jurados hacen caras ante la cámara, se voltean, hacen comentarios alabando las bondades del pequeño y por último uno de ellos finge una alegría casi orgásmica cuando éste le escoge. Lo realmente cruel de esta mecánica es que capítulos después, en la etapa de batallas, el jurado termina eliminando al pequeño a quien le prometió bajarle el cielo con todas sus estrellas si le escogía para ser parte de su equipo.
Caracol debería tener más cuidado con la mecánica del programa pues estos niños pueden sufrir traumas y frustraciones que les quedan de por vida. El programa se presenta como una plataforma para mostrar los talentos de los pequeños, pero la realidad es que los usa y luego, cuando ya ha pasado todo el show, los desecha. ¿Acaso alguien sabe qué fue de la vida de Luis Mario Torres, el ganador de la segunda temporada? Y así mismo con muchos participantes que han pasado por el programa, ¿qué oportunidad real les da Caracol a estos niños luego de acabar el programa?
El único ganador de cada temporada de La Voz Kids es Caracol Televisión. La pauta publicitaria en televisión se cobra por punto de rating del programa en cuestión. Se estima que actualmente el los 30 segundos valen 3 millones de pesos por punto de rating. Teniendo en cuenta que La Voz Kids en promedio marca 14 puntos, Caracol puede estar cobrando 42 millones de pesos por un comercial de 30 segundos. Todo gracias a la inocencia de los niños que a cambio de un pantallazo y de emocionar a sus padres, permiten que el canal los use para cobrar más a sus anunciantes.
Aclaro que lo expuesto aquí es mi simple opinión. Cada quien tendrá la suya y todas son igualmente válidas. Sin embargo, lo que pienso que es indiscutible es que desde que RCN se acabó, a Caracol le tiene sin cuidado repetirse a sí mismo año tras año. Salvo el largo del cabello de Fanny Lu, no es mucho lo que cambia en cada temporada de La Voz Kids. Personalmente prefiero utilizar esa hora de la noche para hacer algo más productivo por mi vida como ir al gimnasio o leer un libro.