El gobierno nacional acaba de presentar el proyecto de presupuesto general de la nación para el 2025 por $524 billones, donde destina para educación $75 billones, para salud $70,8 billones y para trabajo $50,6 billones, superiores a los $44 billones destinados a defensa, lo cual muestra la preocupación del actual gobierno por la inversión social, si bien es cierto seguimos destinando $118 billones al servicio de la deuda, monstruosa cifra para un país que vive en la desigualdad y el atraso.
Pues bien acá vamos a mostrar unas cifras de cuánto cuestan las reformas sociales del cambio y así poder entender, de una parte la importancia de ellas para recuperar derechos y de otra, para entender la férrea oposición que los grupos empresariales y sus partidos oligárquicos hacen a dichas reformas.
Empecemos por la que acaban de hundir los 9 senadores de la comisión 7, es decir, la reforma a la salud.
Según el Ministerio de Salud para el 2024, hay destinados $95 billones, que serán manejados por las EPS, el Intermediario financiero que creo la ley 100 de 1993 y que se convirtieron en el instrumento no para proveer un derecho a la salud, sino su contrario, el paseo de la muerte, dado que se dedicaron a poner obstáculos para acceder a los servicios y además glosando cuentas y en muchos casos como se ha demostrado por la Contraloría y denunciado por la exministra Carolina Corcho, entre $9 a $12 billones sin saber en qué se gastaron en el 2023.
Por eso hundieron la reforma. Por mantener el control y el gasto a su acomodo las EPS privadas de $95 billones de recursos públicos, es decir de nosotros los contribuyentes. Es el estado, la gallina de huevos de oro pero para el sector privado.
La reforma a la educación al establecer la ampliación de cobertura para la niñez y la juventud desde el nacimiento hasta el grado 11, se requieren nuevos recursos y por tal recuperar los recursos del Sistema General de Participación, que con el acto legislativo del 2001 y del 2007, han dejado de recibir más de $450 billones para la atención en educación, salud, saneamiento básico y agua potable. Por eso andamos como andamos en estas materias. Eso sería lo que estaría necesitando dicha reforma.
La reforma pensional de llegarse a aprobar por la cotización obligatoria para el fondo público de Colpensiones por parte de los trabajadores que devenguen hasta el umbral de tres salarios mínimos, sería de unos $24 billones anuales, que obvio perderían los fondos privados, que en 30 años de vigencia de la ley 100 de 1993, han acumulado $400 billones. Demasiada plata en juego.
Y la reforma laboral tiene varias aristas, una económica que son, el recargo nocturno y los dominicales y festivos, que tienen un costo y otra política que son las libertades sindicales del derecho de asociación, negociación y huelga, que son difíciles de evaluar económicamente.
Según estudios de la Universidad Nacional, en 2003, los efectos sobre los trabajadores que trabajaban habitualmente en los horarios de 6 a 10 pm y en dominicales y festivos, significó una disminución en sus ingresos del 36 %. Es decir, a precios de hoy, si se restableciera el recargo desde las 7 pm y los dominicales y festivos, podría representar un costo adicional de casi $2 billones anuales, para una población de unos 2 millones de trabajadores que laboran en esos horarios.
Lo anterior significa que en 21 años de la ley 789 de 2002, se han echado al bolsillo los empresarios $42 billones. Como se dice, no es mucha plata.
Los empresarios se han echado al bolsillo los parafiscales del aporte a salud, Sena e ICBF desde el 2013 que las dejaron de pagar por la reforma tributaria de Santos, cerca de $250 billones en estos años
Pero los empresarios se han echado al bolsillo las parafiscales del aporte a salud, Sena e ICBF desde el 2013 que las dejaron de pagar por la reforma tributaria de Santos, que representa cerca de $250 billones en estos años.
Cifras astronómicas, que le han quitado al conjunto de la población y de los trabajadores y que han ido a los empresarios y privilegiados del país. Ellos explica por qué Colombia es de los tres primeros países más desiguales del planeta y por qué nuestros pobrecitos ricos cada vez son más ricos.
Y explica en definitiva la oposición cerrada de los privilegiados a las reformas sociales del cambio.
Por esta desigualdad tan espantosa hubo el estallido social y la elección del actual presidente Gustavo Petro.
¿Será que las hunden todas?
De ser así, la conflictividad social y laboral se acrecentará.
Después no digan que no se les advirtió.
Posdata: 9 de abril día nacional de las víctimas y 1° de mayo día internacional de los trabajadores, fechas de movilización social por las reformas sociales del cambio.
X: fabioariascut