A falta de tan solo 23 días para el comienzo del Mundial de Brasil 2014, el uruguayo Luis Suárez sufrió una grave lesión en su rodilla izquierda por la que tuvo que pasar por el quirófano para ser operado.
Todo hacía indicar que no iba a llegar al Mundial o, por lo menos, no en su mejor estado. El primer partido de Uruguay fue el pasado sábado 14 de junio en el que se enfrentó a la supuesta “cenicienta” de su grupo, Costa Rica, y contra todo pronóstico perdió 1-3. Tras este partido, los uruguayos pronunciaban un solo nombre: Luis Suárez, su gran estrella.
Después de rehabilitaciones y muchos cuidados, milagrosamente, el delantero charrúa llegó a jugar el segundo partido de su selección frente a Inglaterra. Fue el encuentro soñado para Luis Suárez. Marcó dos tantos que fueron decisivos para ganar (2-1) a Inglaterra y ser el MVP del partido.
Su alegría era inmensa. Y no era para menos. Fue el gran salvador de todo un país que soñaba con este Mundial 2014.
Sin embargo, en el minuto 81 de partido entre Uruguay e Italia, Suárez propinó un mordisco al defensa Giorgio Chiellini. El árbitro y sus asistentes, en ese instante, no lo vieron, pero cámaras de diversos medios de comunicación, sí capturaron la imagen.
Por ese lapsus de un segundo, todos los esfuerzos para llegar al tan ansiado Mundial se echaron a perder. Algunos no lo entendían, pero otros sí. En el mes de noviembre de 2010 y en abril de 2013, ya mordió al centrocampista Otman Bakkal y al defensa serbio del Chelsea Branislav Ivanovic, respectivamente, de los cuales ya fue castigado. Sin embargo, en esta ocasión, volvió a suceder y la FIFA no se iba a quedar de brazos cruzados. Nueve partidos con su selección y cuatro meses fuera de los terrenos de juego, fue la sanción impuesta. Pero, ¿será suficiente para que no vuelva a suceder?
Para algunos fue excesiva y para otros justa. Pero la verdad es que, este tipo de actitudes en la cancha hay que sancionarlas y no pasar desapercibidas.
Mientras tanto, al otro lado del océano Atlántico, el Liverpool, su club actual, y el F.C. Barcelona están negociando por el fichaje del delantero uruguayo. La cláusula de rescisión es de 87,5 millones de euros, un precio que no están dispuestos a pagar en la Ciudad Condal.
Según publica hoy el diario deportivo MARCA, antes de que se produjera el incidente, el F.C. Barcelona ofrecía 60 millones de euros por el delantero. Sin embargo, ahora creen que pueden rebajar el precio hasta los 50 millones.
Tener a un jugador que ya tiene antecedentes violentos como es el caso de Luis Suárez, siempre es arriesgado para cualquier club. Sin embargo, el delantero charrúa es uno de los mejores jugadores del mundo, a día de hoy, por su capacidad de desequilibrar un encuentro en una sola jugada, y su capacidad goleadora. En la pasada temporada 2013-2014 marcó 31 goles en tan solo 33 partidos (unos números al alcance de nadie o de muy pocos).
Después de toda esta reflexión, mi pregunta es: ¿un jugador como Luis Suárez cuesta tantos millones de euros?