Durante el primer semestre del año 2015, Gina Parody, ministra de educación de la época, hizo presencia en diferentes medios de comunicación en el marco del paro nacional del magisterio convocado por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE), en donde, durante sus intervenciones y basándose en estadísticas poco confiables, aseguraba ante la opinión pública que el rubro salarial que devengaban los docentes promediaba una cifra de $2.500.000 pesos mensuales, demostrando de esta manera, sus serias limitaciones en el manejo de la aritmética, y a su vez, un deficiente conocimiento sobre el escalafón docente.
Ahora bien, el tiempo ha pasado y la cartera del Ministerio de Educación Nacional (MEN) cuenta con una nueva ministra, sin embargo, las falacias aseguradas por Parody en su momento, dejaron ante la opinión pública y la sociedad una idea contraria a la realidad, tema sobre el cual no se ha profundizado, menos aún, con cifras oficiales del mismo MEN.
En este punto oigo ya venir una objeción por parte de muchos colegas al respecto, priorizando la vocación y el propósito final de un profesor sobre su remuneración, no obstante (aunque mantengo mis reservas en torno a la filantropía) ese es el principal fin de este artículo, el salario real de los docentes colombianos y la objeción alrededor de las aseveraciones dichas por parte de Gina Parody frente al tema. Dejando claridad al respecto, continuemos con el asunto, para lo cual es necesario acudir de manera más detallada a las cifras oficiales del MEN.
Tomando en cuenta lo anterior, tendremos como referencia la respuesta con número de radicado 2017-ER-016456 dada por el MEN el día 20 de febrero del presente año, la cual da razón sobre el número total de docentes vinculados al magisterio colombiano y su respectiva posición dentro del escalafón y por ende su respectivo salario.
Antes de profundizar un poco más en el tema, es preciso detallar algunos aspectos. El magisterio colombiano está conformado por un total de 316.897 docentes, de los cuales 153.295 se rigen bajo el estatuto 2277 de 1979, el número restante, unos 159.258 se encuentran vinculados bajo el estatuto docente 1278 de 2002 y el resto, 4.344 pertenecen a docentes que atienden grupos étnicos (etnoeducadores) los cuales hacen parte del decreto 804 de 1995. Ahora, debido a que estos últimos, sumados a una cantidad reducida de docentes (426) vinculados al decreto 2277 de 1979 (Sin escalafón, instructores, técnicos, bachilleres, entre otros) no se encuentran detallados de manera precisa dentro de la tabla salarial que estipulan las resoluciones 120 y 121 de 2016 no podrán ser tomados en cuenta dentro del grupo a analizar, quedando así un total de 312.127 docentes como cifra base para desarrollo de la temática que convoca este artículo
Añadamos pues, que dentro de la carrera docente existen un sin número de parámetros establecidos por la ley para el ingreso, permanencia y ascenso dentro del escalafón docente sobre el cual se establecen los diferentes salarios del magisterio Colombiano. Los profesores con más años dentro del servicio (estatuto 2277 de 1979), cuentan con un escalafón que se divide en diez y seis (16) niveles diferentes (A-14), teniendo este último como tope máximo un salario de $3.120.336, el cual en el mejor de los casos era posible alcanzar después de tener como mínimo siete años de servicio (actualmente el ascenso requiere muchos más años) y una cantidad considerable de programas de formación permanente PFPD, diplomados y posgrados cursados los cuales al final, poca diferencia hacen teniendo en cuenta que es imposible alcanzar (ni con un MBA de Harvard) una remuneración superior a la comentada anteriormente, lo cual lleva a estos docentes a permanecer inmóviles el resto de sus días hasta logra alcanzar la edad de retiro.
Por otro lado, se encuentran los profesores pertenecientes al estatuto 1278 de 2002, los cuales en este momento conforman más de la mitad del magisterio colombiano. Su escalafón está dividido en tres grados, los cuales, a su vez, se subdividen en cuatro niveles cada uno (A, B, C y D). El monto salarial más alto al cual pueden aspirar es de $6.136.508 pesos, para lo cual deben cumplir con un mínimo de seis años dentro del servicio (contando con que el MEN convoque a concurso todos los años, lo cual no se da), aprobar de manera satisfactoria diferentes exámenes (desempeño y competencias) por cada uno de estos años y ostentar un título de doctor. Sin embargo, dicha rubro continúa estando muy por debajo del promedio general que devenga un profesional con las mismas características en el sector privado, incluso, dentro de la misma carrera pública en otras ramas del Estado.
Detallemos aún más al respecto, de la totalidad de docentes adscritos al magisterio público, el 5.9% (18.624) no logra percibir dos salarios mínimos en el mes, otro 43% (134.262) mantiene estipendios que oscilan entre $1.502.301 y $2.475.137 mensuales, y el restante 51% (159.241), devengan un salario superior a los $2.500.000 pesos. Esto nos indica que el 49% del magisterio colombiano no alcanza a obtener como salario mensual el monto asegurado por la exministra de educación.
Sin embargo, la información anterior solamente nos permite tener un panorama general sobre el salario real de los docentes del país, de ahí que se haga necesario tomar en cuenta información más detallada en torno a los diferentes niveles que conforman el escalafón docente, de esta manera podremos tener un promedio general el cual contrastaremos con las cifras dadas por Parody en su momento.
Para esto es necesario tomar como referencia una medida tendencial central idónea, la cual nos permite promediar de manera exacta y justa el salario docente en Colombia. Debido a que los estipendios dentro del magisterio son bastante amplios y heterogéneos, la medida tendencial más adecuada de aplicación es la que en economía se conoce como la mediana aritmética, la cual permite que no se afecte el resultado final por la dispersión de los valores a tomar en cuenta, es decir, no permite que los pocos salarios altos que se devengan dentro del magisterio eleven el resultado final haciendo que se pierda representatividad respecto al grupo en general.
Así pues, el salario promedio (monto bruto) de un docente en Colombia en la actualidad es de $2,301.109 pesos, sin embargo, dos aspectos importantes hay que resaltar los cuales disminuyen esa cantidad de manera considerable para efectos de nuestro análisis. La primera se da al tener en cuenta la época en que se presentó la coyuntura (mayo de 2015), para la fecha no se contaba con los aumento salariales del 5.66% y 9.77% que recibió el magisterio Colombiano durante los años 2015 y 2016 respectivamente, a esto se suma el ascenso dentro del escalafón de 25.920 docentes por medio de la primera convocatoria de la Evaluación de carácter diagnostica formativa (ECDF), la cual incremento el gasto solo por concepto de retroactivos (reubicaron y ascendieron) en $400.000 millones de pesos (cifras dadas por FECODE en junta nacional 1 y 2 de Noviembre del 2016), esto evidencia de manera clara que el promedio salarial de un docente para el primer semestre del año 2015 estaba por debajo de los $2.000.000 pesos.
Todo lo dicho hasta ahora explica por qué las cifras dadas por Gina Parody quedan totalmente desvirtuadas, además da cuenta del poco conocimiento que tienen las cabezas del MEN sobre la profesión docente. A esto se suma la baja remuneración que recibe un profesor teniendo en cuenta sus años de servicio y los requisitos académicos con los cuales debe contar para ascender dentro del escalafón, algo difícil de creer si se tienen en cuenta las cifras dadas por el periódico Publimetro de Chile finalizando el año 2014, (basadas en informes de la OCDE) respecto a la remuneración de esta profesión en países vanguardia en temas educativos.
Un par de ejemplos (referentes para el MEN alrededor de las pruebas PISA y su sistema educativo) para finalizar; el primero de ellos es Chile, donde un profesor de educación básica inicia ganando, en promedio unos US$17.385 ($51.016.804) al año, lo cual puede llegar a incrementarse después de 30 años de carrera en US$31.201 ($91.560.270), unos $7.630.022 de pesos colombianos al mes. El segundo ejemplo es Corea del Sur, país donde un docente de educación básica inicia su vida laboral devengando un salario de US$27.581 ($80.940.205) al año, monto que aumenta de manera significativa después de 15 años de servicio, alcanzando los US$48.251 ($141.594.007), remuneración muy por encima del promedio general dentro del magisterio colombiano.
En conclusión, difícilmente llegaremos a ser el país “más educado” de América latina para el año 2025 cuando uno de los ejes principales dentro de la educación, los docentes, devengan salarios muy por debajo de los estándares internacionales, menos aún, cuando los ministros de Educación de turno no cuentan con la idoneidad necesaria para desempeñar este cargo, ejemplo claro, Gina Parody d'Echeona.