Si sumamos todas las fortunas de los grandes empresarios en Colombia, la de Luis Carlos Sarmiento Angulo que posee $26.1 billones de pesos, la de Alejandro Santo Domingo que tiene $14.5 billones de pesos, la de Jaime Gilinski calculada en 9.3 billones de pesos, y finalmente la de Carlos Ardila Lülle cuya fortuna asciende aproximadamente a $4.8 billones de pesos.
También sumemos las fortunas que tuvieron Pablo Escobar y las FARC, la del capo del narcotráfico supuestamente de $ 30 billones de pesos, y la de las FARC en $11 billones de pesos, si sumamos la fortuna de los cuatro magnates de Colombia más la fortuna de Pablo Escobar más la fortuna de las FARC, esa suma da el resultado aproximado de $95 billones de pesos.
Ahora analicemos el dinero que tienen los políticos corruptos sumándolos a todos, el monto alcanza la cantidad de $266.5 billones de pesos (que se roban los políticos corruptos) es decir los $95 billones de pesos de los empresarios, Pablo Escobar y las FARC no llegan a la mitad de los $266.5 billones de pesos que se roban los hampones de cuello blanco.
Anualmente los políticos corruptos se roban en Colombia $22 billones de pesos, al mes se roban $1.8 billones de pesos, diariamente se roban $64 mil millones de pesos, y cada hora se desaparecen de nuestros impuestos $2.500 millones de pesos. Como podemos darnos cuenta las cifras más que alarmantes son escandalosas.
Todos los días aparecen nuevos casos de corrupción todos los días aparecen ollas podridas en este país, lo que ocurre es que el colombiano promedio padece de amnesia selectiva. Para recordar son los famosos casos de corrupción como lo fueron SaludCoop, Reficar, Foncolpuertos e InterBolsa y al futuro se proyecta que va a ser el de Isagen, después de su polémica venta lo más probable es que esa olla podrida estalle pronto.
En la mayoría de los casos el ciudadano de a pie se entera por algún incidente entre los mismos políticos corruptos y sus secuaces porque ni los medios de comunicación se enteran y mucho menos la Justicia, la Procuraduría y la Fiscalía en la mayoría de casos graves de corrupción siempre resultan ineficaces. Con este panorama tan desalentador se hace difícil mantener a raya a los políticos corruptos.
La herida se profundiza al saber que a la mayoría de personas en Colombia al tema de la corrupción y las estadísticas acabadas de mostrar, les importa muy poco.
Para rematar este año el galón de gasolina subió $141 pesos más, y sin tener en cuenta los temas de la reforma tributaria y el IVA al 19%, pero a nosotros los colombianos todas estas temáticas preferimos olvidarlas o sumergirnos en un profundo estado de alienación colectiva que nos haga olvidar todas nuestras tragedias.
Por estos días se escucha a muchos de los cuestionados políticos que han participado de una u otra manera en robarse el erario de Colombia, hablando sobre la lucha contra la corrupción.
Esas son palabras que se las lleva el viento y las vuelve a traer.
Fuente: www.transparency.org/cpi2016