Las banderas
Miles de banderas tendrán que ser remplazadas a lo largo y ancho del reino. Desde las que ondean en palacios y recintos hasta estandartes que se usan en barcos. Las iniciales ‘EIIR’ (Elizabeth II Regina) tendrán que ser cambiadas en muchas de las fuerzas militares no solo británicas sino de los 14 países en donde la reina es jefa de Estado (Australia, Canadá, Nueva Zelanda). Cambiar el estandarte real (que no incluye mención a Gales) cambiará con seguridad. Cientos de miles de libras podría costar dicho cambio. Se rumora que el próximo monarca podría incorporar un elemento galés.
Monedas y billetes reales
Todos los billetes y monedas tendrán que ajustarse con el rostro de Carlos III que se acordará con el Palacio de Buckingham. Reemplazarlos con la figura del nuevo monarca tomará al menos dos años. La figura de la reina aparece también en algunos billetes de u$ 20 en Canadá, en monedas en Nueva Zelanda y en todas las monedas y billetes emitidos por el banco central del Caribe Oriental, así como en otras partes del Commonwealth (Mancomunidad de Naciones).
Negocios con la Casa real
Hay una serie de empresas que tienen un historial de suministro a la casa real. Marcas que han sido autorizadas por la reina (pianos Steinway, cereales Jordans, ginebra Gordon y joyerías Swarovski, así como plomeros, fabricantes, ingenieros, etc.) podrían perder su estatus de ‘proveedores reales’ a menos que Carlos III ratifique estos convenios.
Los que reactivirán su deseo de independencia definitiva
El costo económico para Reino Unido se puede cruzar con el costo geopolítico pues son varios países que tienen relaciones especiales con el reino y que, con la muerte de Isabell II, pueden reactivar deseos de independencia.
Aparte de los 14 países que reconocen Isabel como su jefe de Estado (en los que habrá que modificar la redacción de sus constituciones) hay otros casos en los que pueden darse reivindicaciones nacionales. Jamaica y Belice probablemente busquen sus referéndum. Otros Estados como Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Antigua y Barbuda, Bahamas, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas seguramente reevaluarán sus relación con el Reino Unido y su nuevo gobernante, el rey Carlos III.