Ahora con el fallo del Consejo de Estado mediante el cual se declaró nula la elección del excontralor Balcazar, ¿qué le espera al Concejo Municipal y al municipio?
Dos años completará la ciudad sin contralor gracias a los desaciertos de los honorables concejales.
Quedó comprobado que el Concejo Municipal actuó de manera errónea y contra la ley en la elección del contralor. En su afán de salirse con la suya los concejales olvidaron que existen normas que deben atender y que cuando están en el recinto del Concejo no están en sus fincas. De hecho, una de esas normas indica que para elegir de manera legal un contralor municipal se deben obtener la mitad más uno de los votos de los asistentes al Concejo. Cabe recordar que ese día el suspendido y ahora excontralor Balcazar obtuvo solamente 8 votos cuando se necesitaban mínimo 9, ya que asistieron 16 concejales.
No contentos con esto, la mesa directiva posesionó al seños Balcazar, quien, como lo dijo la sentencia, no había alcanzado los votos mínimos requeridos para ser contralor, configurando de manera clara, y se puede decir de manera dolosa, una falta disciplinaria gravísima que traerá consecuencias jurídicas para los concejales implicados.
Recordemos que debido a otra demanda que está en curso, el señor Balcazar fue suspendido como resultado de una medida cautelar por lo que desde hace unos días ya había sido apartado de su cargo, aunque parece que sigue ejerciendo como contralor a través de su funcionaria estrella, la secretaria general, de la que se dice es una recién egresada que solo hace las veces de firmona.
Por otra parte, una tercera demanda, pero no menos importante, está a punto de fallar, la que busca que el Concejo Municipal atienda al concurso que los mismos concejales convocaron y no se muevan por sus intereses políticos, sino más bien respeten la meritocracia.
Así las cosas, los honorables concejales se encuentran en una encrucijada: tendrán que volver a elegir contralor, pero tendrán también que enfrentar los procesos disciplinarios que están en curso por sus desatinadas decisiones.