Un lector de Las 2 Orillas recuerda el caluroso episodio que se dio en la Registraduría de Medellín en las elecciones de 1995. Luis Felipe Pulgarín lo recuerda así: "En las elecciones para la gobernación de Antioquia en el periodo de 1995 a 1997 que fue elegido Álvaro Uribe acusó de quererse robar las votaciones a el señor Fabio Valencia Cossio cuyo candidato era Alfonso Núñez Lapeira. Casi 20 años después quieren deslegitimar las elecciones a Senado y Cámara".
Aquella misma trinca la habría de recordar el propio Valencia Cossio en una entrevista para nuestro medio:
Álvaro Uribe un día le pegó a usted en la cara ¿cómo sucedió eso?
F.V.C: “Bueno, nosotros con el presidente Uribe siempre fuimos muy amigos desde la universidad. Después hicimos política desde orillas diferentes, pero nos colaboramos mucho y llegó el momento de la elección del gobernador. Estábamos en las elecciones para representar a Juan Gómez Martínez que había sido elegido por los antioqueños, pero que había sido reemplazado por mi hermano Ramiro. Entonces, el día de las elecciones hubo un forcejeo porque la diferencia con la que ganó Uribe la Gobernación fue muy estrecha. Se presentó un incidente en la Registraduría porque a mi me avisaron que Mario Uribe estaba allá en el centro de computo. Ahí fue cuando tuvimos un enfrentamiento con Mario Uribe. Cuando estábamos, digamos, solucionando el impase y nos íbamos todos a retirar, porque ya había hecho yo la denuncia por la presencia de Mario que no debería estar ahí, entró el doctor Uribe muy ofuscado, quien en ese entonces era el candidato, y trató de agredirme pero un general de la Policía evitó que yo fuera golpeado. Después nos pusimos de acuerdo que todos nos retiráramos y el impase terminó ahí”.
S.D.L: Pero cómo una persona como usted que le hizo tanta a oposición al gobernador Uribe, llega a hacer una alianza con él en la época de Presidente.
F.V.C: “A partir de ese incidente yo le hice una muy fuerte oposición en el Congreso, me opuse a las Convivir y todo eso ocasionó un distanciamiento durante muchos años, pero cuando él fue elegido presidente muy generosamente me pidió que continuara con la embajada en Italia y, pues, yo le dije que lo tenía que consultar porque siempre habíamos tenido diferencias y cuando uno es embajador representa es al Presidente de la República. Nos reunimos y llegamos a un acuerdo. La diferencia fundamentalmente era porque yo soy amigo del diálogo político, pero al final me dijo que no se oponía al diálogo. Es más, que lo iba a hacer no solo con la guerrilla sino con los paramilitares; que él iba a combatir por igual a unos y otros. Salvada esta diferencia me pidió que como embajador tuviera los contactos con la guerrilla para buscar un diálogo político o de acuerdos humanitarios y así sucedió. Digamos que eso facilitó de nuevo un acercamiento con el presidente Uribe”.