Tras casi 30 años como director de Human Rights Watch, Vivanco no olvida las peleas y el aguacero que cae todos los días sobre él: le llueven ataques de todos lados. "Quiero construir sobre lo que he aprendido para ofrecer mi experticia en la solución de conflictos con consecuencias para la vigencia de los derechos humanos", expresó en la entrevista con la que anunció su salida de Human Rights Watch el pasado diciembre. En medio de la sorpresa que generó su decisión irrevocable, el chileno le contó a La Tercera las reuniones de alta tensión que sostuvo con dirigentes como Fidel Castro y Hugo Chávez, además del día en que Álvaro Uribe perdió el control y empezó una seguidilla de ataques. No había un funcionario que despertara más resquemores que Vivanco.
Con Uribe ha tenido agarrones desde que este era el más joven y prometedor de los gobernadores que tuvo Antioquia. Vivanco viajó en 1997 a Andes, Antioquia, en donde tenía una reunión con él para hablar del espinoso tema de las CONVIVIR. Cuenta Vivanco que el gobernante se paró de la silla a los 10 minutos de estar reunidos, lo señaló con el índice y hasta lo amenazó de muerte.
Otro encuentro fue cuando ya Uribe era presidente y buscaba, a toda costa el TLC con Estados Unidos. En 2007, en Washington, en una cena ante 40 personas en uno de los salones del Capitolio ocurrió lo inesperado. Faltando 10 minutos para que se acabara el evento, un senador americano le dijo al Presidente Uribe: “Mire, Presidente, esta cena ha sido espléndida, lo hemos pasado realmente bien, ha sido un lujo contar con usted, sin embargo, aquí en el salón hay un elefante y me refiero a su récord en derechos humanos, porque Colombia tiene mucha violencia y una violencia muy grave de DD.HH. Y fíjese que usted se va pasado mañana o mañana, pero aquí queda el señor José Miguel Vivanco, que está sentado ahí: él es la principal fuente que nosotros tenemos para informarnos de la situación de DD.HH. en América Latina y él hace unos informes que describen la situación en Colombia como algo realmente gravísimo. ¿Usted tendría algún inconveniente si le permitimos al señor Vivanco hacerle una pregunta a usted concreta sobre DD.HH?’”.
Vivanco no dudó dos veces y empezó a cuestionarlo. Solo bastó una pregunta para hacerlo perder el control: “Mire, Presidente Uribe, muchas gracias. Yo quisiera preguntarle por este fenómeno que nosotros venimos denunciando hace un tiempo, pero que usted en Colombia lo niega, qué son los falsos positivos”. Eso lo descompensó, se enfureció y empezó a gritar delante de senadores, congresistas y altos funcionarios del Departamento de Estado gringo. Fue un espectáculo. “Empezó a decir a gritos que yo era embajador de las Farc en Washington” Contó el chileno.
Y pretendía seguir, pero por la hora el salón no podía ocuparse más. “Como a las 21.30 lo calmaron y el Servicio Secreto se lo llevó”. Tiempo después Washington le impuso al gobierno colombiano la obligación de crear unos tribunales especiales para investigar el asesinato de líderes sindicalistas.
Ahí no acabaron los encontrones. Después de que la JEP asegurara que el mayor número de casos de falsos positivos se dio durante los años en los que Álvaro Uribe Vélez fue presidente, 6402 casos, se desataron muchas reacciones, entre las que brillaba la respuesta de Uribe. José Miguel Vivanco reaccionó diciendo que el expresidente distorsionaba la historia de los falsos positivos en Colombia.
"Uribe dice que "nunca se ofrecieron recompensas a integrantes de Fuerzas Armadas, mucho menos por bajas en combate". Falso. Hubo directivas que otorgaban recompensas y hay evidencias claras de estos pagos. Vean estos testimonios y fragmentos de libros militares de la época" twitteó.
Uribe distorsiona la historia de los falsos positivos.
Hilo:
— José Miguel Vivanco (@VivancoJM) February 20, 2021
La respuesta no se hizo esperar y Uribe volvió a acusarlo de ser parte de las Farc.
Sr Vivanco, no oculte la verdad:
Al principio del Gbno, Ministra Marta L Ramírez, hoy VicePte, se adoptó la formulación de la Seguridad Democrática, con énfasis en DDHH y transparencia.
Ya que ud es militante de FARC no debería dar apariencia de defensor de DDHH https://t.co/Gd0K2xMeZ8
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) February 21, 2021
Vivanco sigue ganándose la inquina de buena parte de los que están de acuerdo con este gobierno. Se acostumbró a ser un incómodo, una opción que tomó desde los veinte años cuando oponerse a Pinochet era ponerse una lápida encima.
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