Cuando una mina de carbón toca a tu puerta
Expedición Avina -

Cuando una mina de carbón toca a tu puerta

Tamquito II, una comunidad que no ha dejado morir sus raíces a pesar de la industrialización en el Cerrejón

Por:
abril 06, 2015
Cuando una mina de carbón toca a tu puerta

Desde hace varios años un grupo de familias wayú, en la Guajira, inició un pleito con la empresa Cerrejón, propietaria de la segunda mina de explotación de carbón a cielo abierto más grande del mundo.

Estas familias alegaban que, aunque no estaban exactamente dentro del área de influencia de la explotación minera, merecían ser reubicadas e indemnizadas por la empresa debido a que su lugar de asentamiento había sido herido de muerte.

Después de acudir a estrados legales, interponer querellas y visitar en Europa a los inversionistas socios de la mina, los indígenas convencieron a la empresa de que, en efecto, merecían ser reubicados. Las dos partes iniciaron entonces una serie de conversaciones-negociaciones para acordar un plan de reasentamiento para la comunidad.

Como resultado de estas negociaciones nació Tamaquito II en un lote de 300 hectáreas a medio camino entre Valledupar y Riohacha. El complejo fue construido teniendo en cuenta las tradiciones vitales para el tejido social wayúu e integrándolas con facilidades de lo moderno. 31 viviendas que cuentan con electricidad, acueducto, alcantarillado y cuartos separados pero también responden en esencia al diseño de la vivienda tradicional wayú: casas hechas de bloques de barro y apartadas entre sí, con cocinas exteriores y un área para el cultivo de pancoger.  La comunidad  cuenta también con una zona para el pastoreo y áreas comunes que favorecen la cohesión y el fortalecimiento de las tradiciones wayú.

La negociación lleva 10 años y en este tiempo las partes han acordado, además, trabajar juntas en otros proyectos de envergadura. Unos, como el que promueve la educación que ya están en marcha: los estudiantes de la escuela de Tamaquito II cuentan con un programa de refuerzo escolar y pueden aspirar a un plan de becas dispuestas para los bachilleres. Otros que están siendo implementados, aspiran a impulsar la producción agrícola para que la comunidad sea auto sostenible y buscar que Tamaquito II sea reconocido como un resguardo, para contribuir a fortalecer las formas de autoridad tradicional.

Detrás de estos logros ha habido un largo y difícil tira y afloje entre las pretensiones de la comunidad y las de la empresa minera. Largos debates sobre cómo debían ser las casas y si era necesario arriesgar la conservación de tradiciones wayú instalando en ellas lavamanos y retretes. Discusiones sobre si el área disponible era suficiente y si la empresa debía asumir los costos de las celebraciones tradicionales propias de un cambio de asentamiento en la comunidad wayú. Que porque sí, que porque no. Una cantidad innumerable discordancias que aún están lejos de terminar pues todavía hay cosas pendientes del plan de reasentamiento.

Pero con todo y eso hoy en día Tamaquito II es quizá una de las experiencias sociales más interesantes que se encuentran al recorrer la Guajira, una región asfixiada por la pobreza, la desnutrición infantil, el narcotráfico y la corrupción política. ¿Por qué? Porque si usted habla con las dos partes verá que cada una se siente orgullosa de lo que ha logrado en este proceso. Los del cabildo porque han conseguido enfrentársele a una multinacional gigante manteniéndose unidos, respetando sus tradiciones y logrando reivindicaciones para los suyos. Los de Cerrejón, porque han cumplido –por primera vez- con el reasentamiento de una comunidad indígena, probando que es posible hacer minería respetando los derechos de las poblaciones. Una querella como pocas, en la que las dos partes se sienten ganadoras.

Jairo Dionisio Fuentes Epiayú  - Fotografía: Camilo Rozo  - Cuando una mina de carbón toca a tu puerta

Jairo Dionisio Fuentes Epiayú - Fotografía: Camilo Rozo

“El mayor orgullo de mi vida no es personal, pero es mi mayor orgullo.”
-“¿Y cuál es?”
-“Que mi comunidad haya permanecido siempre unida, como una sola, a lo largo de todos estos años de luchas y conversaciones con el Cerrejón.”
-“¿Y cuál ha sido  el momento más feliz de su vida?”
-“¿El momento más feliz? Cuando me nombraron cabildo y representante legal de la comunidad.”
-“Otra vez algo relacionado con la comunidad.”
-“Sí, para mí ella lo es todo.”

Jairo Dionisio Fuentes Epiayú.

Las negociaciones ganar-ganar son una forma de El Cuidado.

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