Si hacemos un pequeño análisis de los sucesos, aquí no llegó ninguna civilización, sino la barbarie, la ignominia y el pillaje.
Bastaría con leer las crónicas del padre Las Casas para tener una clara información de los procesos empleados contra los grupos sociales y las comunidades dueñas de estas tierras.
Uno podría aceptar que ante las circunstancias del hecho histórico de invasión y conquista fuera "normal" tanta violencia, destrucción y asesinato en beneficio de la codicia y el poder de los ejércitos conquistadores.
Y lo que hace difícil entender esta actitud bárbara de los españoles es que ellos acababan de ganar su libertad de ochocientos años de dominación árabe en sus tierras, sin que sus dominadores los hubiesen tratado con un rasero de violencia y terror. Nunca los árabes obligaron al pueblo español a hablar el árabe, a profesar su religión, a destruir su cultura.
Incluso una vez ganada la guerra, el trato fue civilizado hasta cierta medida, se les dio oportunidades de convertirse al catolicismo, cosa que jamás hicieron los vencidos con ellos, y se les permitió salir con vida hacia el exilio, de ahí que se conocen suficientemente las comunidades de judíos conversos y no hay datos de comunidades árabes masacradas por el mero hecho de serlo.
Algo muy descompuesto nos llegó de eso lares y lo triste no es el hecho solo de la terrible catástrofe que cayó sobre esos pueblos de entonces, sino que parecería que la maldad y la violencia está presente en el ADN de sus descendientes, no de otra manera me puedo explicar que después de triunfar, ser dueños de las tierras y posesiones de las Américas, incluso de sus cuerpos y almas y recibir el influjo de la civilización lograda por los europeos al influjo y desarrollo sustentado con el saqueo a estas tierras, no haya sido posible que esas conductas tuvieran un cambio y se hicieran menos bárbaras.
Han pasado quinientos años, los nativos solo lograron salvarse de la esclavitud total por el sacrificio masivo de muchas comunidades que prefirieron desaparecer antes que aceptar ser esclavas y finalmente el opresor tuvo que importar mano de obra esclava negra, afro y concertar con la corona española una forma suavizada de esclavitud, "la encomienda", para poder que estas maravillosas tierras pudieran darle al invasor el fruto esperado.
Con el paso del tiempo se fue dando el nacimiento del criollo, la mezcla de los unos con los otros y nació el mestizo y llegaron los movimientos contra las condiciones infrahumanas de vida, impuestas a sus hijos criollos por sus padres españoles. Después, se dio el primer revolcón contra tanta injusticia y de ello quedó para la historia la traición contra los comuneros y el descuartizamiento de José Antonio Galán y compañeros. Posteriormente, se alzó el hijo contra el padre, tal como lo predijo el psicoanálisis.
Los criollos, hijos de España, hijos de españoles, se levantaron contra sus padres, la corona española. Los hijos de esta tierra, de ascendencia española, ganaron la guerra y lograron su libertad y asumieron el poder, reemplazaron al padre, pero traicionaron a los afros que los ayudaron con la promesa de que serían liberados a medida que se fuera liberando el territorio. Esa independencia en realidad no sirvió de nada, los afros siguieron siendo esclavos y los indios siguieron en su mismo nivel de encomendados y los mestizos siguieron siendo siervos sin tierra y sin futuro.
Hoy somos un país "moderno" con una constitución que habla de democracia y derechos. Sin embargo, seguimos gobernados por los mismos bárbaros, los mestizos siguen siendo campesinos sin tierra (y si en su lucha de sudor y esfuerzo lograron conseguir alguna chagra, hay suficientes fuerzas que los sacan de su parcela a sangre y fuego), los indígenas se mantienen en sus resguardos y se les asesina sistemáticamente, igual que a los que levantan cabeza para decirle a sus congéneres que hay derechos. Además, este es un Estado corrupto, que aplica la pena de muerte por terceras manos y no hay institución alguna que asuma la defensa de estos sectores sociales. En silencio la Iglesia católica, la Iglesia cristiana y el estamento militar ejecutan la barbarie, al igual que la policía.
¿Cuándo terminará esta horrible noche?
