Por estos días de la famosa y publicitada feria del libro de Bogotá FILBO, en donde miles de personas acuden para tener a la mano lo último de la literatura o poder asistir a conferencias y eventos que tienen lugar en ese espacio, vi la coyuntura ideal para despotricar de ciertos individuos publicadores de libros que solo desean posar con sus aparentes escritos y así divulgar sus trabajos realizados y de paso gozar de la tan anhelada fama que algunos viven buscando a diario en diversas facetas. Ya sabemos que muchos en esta sociedad son actores, presentadores, emprendedores, conferencistas, periodistas (todo a la vez), y últimamente desean posar de "escritores", un titulo muy elevado que se empieza a prostituir para desgracia de intelectuales y de los arboles, y para fortuna de una buena masa de la población sedienta de trivia por todo lado.
Una de las formas más comunes de satirizar en las redes sociales es la utilización de los famosos “memes”, una simple imagen cantinflesca de alguien junto a una reflexión en donde con una simple frase buscan burlarse o cuestionar algún acontecer nacional o mundial, en algunos casos pretenden hacer pensar a las personas o ridiculizar alguna situación y así convertirla en el hazme reír del ciberespacio.
Este tipo de memes aplica perfectamente a una serie de personajillos que de un momento a otro se les da por publicar un libro. De allí resulta buena parte de la tala de arboles y la contaminación industrial, que son consecuencia directa de satisfacer las tonterías de alguien que con buena intención, fama, poco cerebro, pero sobre todo buena chequera, que se le da por plasmar sus vivencias, trabajos o sus patéticas memorias acomodadas, todo para el alarde personal. Parto de ahí para el titulo de esta entrada, que también lo veo muy apropiado para un meme: "Cuando te crees escritor gracias al Ghost Writer"
Afortunadamente, para este tipo de individuos —parece que el mundo en muchos casos premia su perfil— hoy día existe una variedad de espacios para publicar sus trabajos. Deportistas, artistas, ciertos periodistas, personas light, actores, actrices, empresarios y hasta paracos (para rebajar condenas) entre otros más, “aportan” al universo literario. Bueno exageré con la palabra "aportan", digamos que ayudan a llenar estantes vacíos y dar más oportunidad al negocio de la venta de libros al brindar una enorme variedad de contenido. Además, ayudan a asesinar más árboles para que les publiquen las pendejadas que desean exponer, pendejadas casi siempre bien recibidas por ciertas editoriales, gracias a los amiguismos que poseen. Y obvio, el dinero...
Ya se sabe que muchos de estos individuos o "escritores"que hoy día salen a posar con un libro de la noche a la mañana, probablemente nunca unirían dos frases en un párrafo, pues si escribir un simple trino prácticamente es una ardua labor para ellos, escribir un libro les sería prácticamente un imposible. Aunque aquí queda demostrado que esa palabra "imposible" no existe para alguien con buen musculo financiero.
Para fortuna de estos personajes el querer escribir un libro es una labor que no les conlleva trabajo porque existe un tipo que detrás de las cortinas, se encarga de hacerles creer que son escritores, a estos se les denomina “ghost writer” (para mí es realmente un genio oculto). Pero definamos qué es esto.
Según Google: "El término ghost writer (en español escritor fantasma o negro) es una expresión del inglés que sirve para designar a una persona que escribe bajo nombre de otra y con su consentimiento. Famosos escritores a menudo se emplean como escritores fantasma para producir autobiografías.” En pocas palabras, es una persona que le contratas, hace la obra y de paso te hace creer que eres un García Márquez, la única condición: ¡pagar!
Si tienes dinero puedes volverte escritor (Nota: no es necesario saber leer o escribir)
Con dinero, ganas, positivismo y "buenas energías", simplemente acudes a estos escritores fantasma para que hagan la obra de acuerdo a los parámetros planteados. Un libro a la medida, allí cuanta babosada desee expresar les será transformada en una obra literaria. Este ghost writer trabaja en un segundo plano y con bajo perfil, se encarga de recolectar esa información que recibió de ese “escritor de portada y chequera”, donde muy seguramente en una serie de tortuosas noches se encargará de poner en contexto los temas que durante varias sesiones tuvo la desgracia de escucharle a alguien que le paga, tal cual, "si tiene dinero y desde que cancele lo pactado, pues tendrás como resultado el libro para ser publicado".
Muchos falsos escritores de pacotilla utilizan un escritor fantasma para así poder alardear de lo que no hacen ni saben hacer, ya que escribir es labor compleja. Ellos detrás de bambalinas realizan su gran trabajo y son a quienes deberían darle los créditos de esas obras. Acordémonos que las ideas se tienen, pero plasmarlas es la verdadera labor.
Es mejor no vivir en un mundo de mentiras y dejar de estar engañando con ese enorme título como lo es ser un “escritor”. Sabemos la farsa expuesta allí gracias a este personaje contratado quien logra plasmar estas obras literarias. Algunos contratadores de escritores lo hacen por las ventas, otros por recibir el enorme prestigio que conlleva el poder presentarse ante los demás como “escritor” o autor”, eso ayuda a mejorar su hoja de vida.
Pero demos la vuelta al asunto...
¿Y que tal realizar una feria del libro solo para escritores sin ghost writer?
Personalmente, me causa admiración y gran respeto una persona que se dedique a realizar esta labor. Tener que escuchar cuanta basura expuesta por cualquiera y plasmarla en un futuro éxito editorial es para resaltar. Me imagino que deben ser muy apetecidos en este negocio literario. Tener paciencia y saber comprender la ignorancia de cualquiera que con una chequera y una idea, aunque sea bien estúpida, se le da por hacer su libro que probablemente sea un éxito, es increíble. Simplemente allí estará el escritor fantasma expresando y plasmando en letras esas ideas y "pensamientos".
Me pregunto si es posible realizar una feria del libro para escritores sin ghost writer, obvio que sería una idea loca para el estándar actual mundial lleno de estos personajes detrás de una gran mayoría de títulos editoriales. Muy probablemente se podría organizar en un salón comunal de unos pocos metros cuadrados sin tener una gran infraestructura en la organización o enorme despliegue de viajes para invitados. Indudablemente contaríamos un grupo selecto de escritores en donde la calidad sería la gran característica del evento, un evento de verdaderos autores de sus obras.
Deberían las editoriales publicar unas notas en el libro donde el nombre de este verdadero escritor de la obra se mencione. Los lectores tenemos derecho a distinguir qué clase de "escritores o autores" son los que posan en la foto de la portada del libro para así sacar las conclusiones apropiadas. Es más, debería acuñarse un nuevo término para este tipo de escritores de chequera algo así como el “ghost escritor”, señalando la ayuda recibida por parte del verdadero genio detrás del libro.
El que escupe pa' lo alto...
Llegó mi momento de franqueza y evitaré escupir pa' lo alto, probablemente me toque unirme a la multitud de mediocres que acuden a un ghost writer para así también poder tener mi libro. Un escritor tras bambalinas que esté dispuesto a escuchar una gran cantidad de indirectas, resentimientos, malas energías, malas vibraciones y cosas por el estilo, todo en diversas sesiones de trabajo donde plasmaríamos un cuento interesante para lograr dar con algo aceptable, por lo menos me esfuerzo en intentar dar calidad.
Escucho sugerencias de algún escritor fantasma que trabaje a precios cómodos. Las ventas de mi libro serían de vital importancia para poder pagarle. Eso sí, aseguro que daré los créditos a este personaje que se lo merece, porque además de tener que soportarme, plasmará tanta cháchara mía. Esta es una labor de admirar, así que obviamente estará en la dedicatoria de "mi" libro, escrita por él indudablemente...
@ferneygon