Ya es llover sobre mojado ponernos a enumerar los muchos casos ya fallados judicialmente, en plan de investigación o sonados en los diarios ya a límites insospechados acerca de la mala práctica del ejercicio de la política por parte del uribismo.
Paramilitarismo, yidispolítica, permuta de notarías, ingreso ilegal de dinero en la campaña política y muchos ítems más vienen siendo un sello característico de este grupo político y por ello repulsa su invitación para marchar el próximo primero de abril contra, precisamente, la corrupción.
Es claro que esta convocatoria viene siendo
una simple y sencilla medición de fuerzas
del Centro Democrático
Es claro que esta convocatoria viene siendo una simple y sencilla medición de fuerzas del Centro Democrático a la que veo en las redes sociales, simbólicamente imagino, que se le une el gatillero de Escobar: Popeye.
Si, es una medición de fuerzas y con base en la cantidad de gente que acuda sabrán bien cómo están de bien posicionados,
Y yo deseo dos cosas.
La primera, que no se caiga en el juego y acuda muy poca gente, algo que a vuelo de pájaro resulta algo irrisorio pero, por fortuna, por soñar no cobran.
Y la segunda, bajo el entendido que el primer deseo se cumpla, es formular desde ya una convocatoria masiva en contra de la corrupción generalizada para, digamos, el último sábado del mes de abril, no cayendo jamás en las garras de un partido político que se tome como propia la iniciativa convirtiéndose, a lo Cajamarca, en algo que nazca en su totalidad de parte de la gente.
Y hablando de…
Y hablando de Cajamarca, será que la voluntad popular por una mayoría aplastante, ¿no vale nada?