Pablo Escobar y su hermano habían decidido patrocinar en el Clásico RCN de 1981 a un equipo con la camiseta roja y negra de Bicicletas Ossito, la empresa de marcos de ciclas de Roberto, con sede en Manizales y que existía desde 1975.
Consiguieron un buen técnico como Rubén Darío Gómez Bedoya, el Tigrillo de Pereira, y como su mejor corredor al ciclista oriundo de San Bernardo (Cundinamarca), Manuel Ignacio "El Sardino" Gutiérrez.
Escobar, su hermano Roberto y su primo Gustavo Gaviria acompañaron al equipo en un bus de escalera marca Ford de nombre La Machaca, repleto de mujeres, músicos y trago, haciendo tanto escándalo que perturbaron al recién nombrado director de la Federación Colombiana de Ciclismo, Miguel Ángel Bermúdez.
Bermúdez siempre fue un temperamental y estaba enemistado con Roberto desde que este fue directivo de ciclismo en la Liga de Caldas en la década del 70 y pensó en llegar a ser presidente de la federación en franca oposición al histórico director.
Inesperadamente, El Sardino, quien siempre había sido un buen gregario pero no una estrella, estaba a punto de ser el campeón de la carrera, lo que fue un motivo de fiesta para la mafia antioqueña.
Para la etapa Santafé de Antioquia–Medellín, que a la postre fue ganada por Gutiérrez y decisiva en el resultado final de la carrera, Bermúdez estaba empeñado en no dejar desfilar a La Machaca en la caravana del triunfo, por lo que la noche anterior, misteriosamente, unos desconocidos incendiaron la camioneta del director Bermúdez en pleno centro de Medellín.
Claro que para ganar fue necesario repartir algunos bonos entre los miembros de otros equipos, lo que era una costumbre habitual, dirigidos al grupo que comandaba Alfonso Flórez Ortiz, para que ayudaran en el pelotón al seguro ganador, en contra de Miguel Alfonso Rubiano, quien era el rival más enconado.
Manuel Ignacio Gutierrez dijo en sus declaraciones años después, en la Crónicas del Clásico, rememorando la carrera, que este dinero de la bonificación al resto del pelotón lo habían tomado de la bolsa del premio por ser campeones, pero la verdad es que los hermanos Escobar hicieron todo lo posible para que su equipo Bicicletas Ositto obtuviera el triunfo final sin inconvenientes.
Según los libros Los Jinetes de la cocaína y Pena Máxima, el director de Coldeportes de entonces (Julio Nieto Bernal), después del inesperado éxito que había tenido el equipo colombiano en el Tour de l'Avenir de 1980, ganado sin atenuantes por Alfonso Flórez, y viendo el interés que el entonces rico y excéntrico Escobar tenía por el ciclismo, le envió una carta solicitándole que considerara participar como patrocinador de un equipo colombiano en el Tour de Francia de 1982, lo que no se concretó.
Dicho equipo debutaría a la postre en 1983, con el patrocinio de pilas Varta y la dirección del mismo Rubén Darío Gómez. Algunos piensan que Escobar y sobre todo su hermano Roberto, quien era el realmente aficionado, pensaron en llevar de todas maneras un equipo de Bicicletas Ositto al Tour de France, lo que no fue posible porque Escobar se enredó en la turbamulta de la política y tuvo que abandonar varios de sus proyectos [1],[2],[3],[4],[5],[6].
Bibliografía
[1] Uribe A, Juan Fernando. Proyecto Pablo Escobar. Informe final” Amazon Kindle Direct Publishing, 2020.
[2] Castillo, Fabio. Los Jinetes de la Cocaína. Editorial Documentos Periodísticos, Bogotá, 1987.
[3] Araujo Vélez, Fernando. Pena Máxima. Editorial Planeta, Bogotá, 1995.
[4] Página oficial del Clásico RCN. Disponible aquí.
[5] Las2orillas. Ositto: el equipo con el que Pablo Escobar soñaba ganar el Tour de Francia. 9/07/2017.
[6] Pereda, Marcos. Osito, ciclismo colombiano con la firma Escobar.