La repentina muerte del cantautor vallenato, Omar Antonio Geles, hizo de elemento provocador para despertar la memoria de quienes, por alguna razón, tuvieron la suerte de encontrarse con el hoy fallecido creador de más de mil canciones, tal como ocurrió con la persona que publicó la imagen eternizada que nos sirve de apoyo para este artículo, tomada en una fecha incierta en el aeropuerto de El Bagre, cuando este pueblo era destino obligado de los mejores exponentes de los cantos vallenatos y de orquestas de gran renombre en el concierto del espectáculo nacional.-
Gracias a Marco Tulio Matías Taboada, director de la emisora Bagre Digital Stéreo, que como su nombre lo indica transmite desde esta cabecera del Bajo Cauca, nos enteramos de los nombres y de algunas historias de quienes posaron para la fotografía en mención, que al decir de la María José, fue tomada en los tiempos de Matusalén y ella tiene todos los argumentos para decir lo que dijo.-
El primero de ellos, de izquierda a derecha y un tanto despelucado, es Aquiles Hernández, a quien los medios especializados lo califican como un referente en el mundo del vallenato, ya que presentaba a otros grandes artistas del género y recuerda al fallecido artista como un hombre que no descansaba para trabajar en su carrera. “Omar Geles componía en el bus. Yo me acuerdo que viajaba en pantalones, en interiores, sin camisetas; ese hombre componía canciones en todos lados”, rememoró horas después de la infausta noticia.- A su lado, agarrado de un maletín, está Henry Moscote quien para el momento oficiaba como uno más de los músicos que acompañaban al fallecido Geles Suárez.- El de la gorra es el minero Lácides Ulloa, que para esos tiempos era un verdadero promotor de las presentaciones de los conjuntos vallenatos en la región, al igual que Julián Bedoya, el profesor amigo de los Zuleta.-
El de la camisa por fuera y empapado de sudor es nadie menos que el lamentado maestro y dueño de una capacidad única para componer letras como esas que jamás pasarán de moda: “Los caminos de la vida”, “Amor a siete mares” y “La falla fue tuya”, entre otras.- Ese era Omar Antonio Geles Suárez, el hombre nacido en el municipio de Mahates, Bolívar, el miércoles 15 de febrero de 1967, fallecido, como ya lo sabe medio mundo, en la ciudad de los Santos reyes de Valledupar el martes 21 de mayo y de quien los medios de comunicación ya han informado hasta la saciedad.-
Con ellos está Palomo, un personaje típico que hizo parte del paisaje de El Bagre, que andaba a “patapelá” por las calientes y polvorientas calles del pueblo, sin oficio conocido, pero pacífico y servicial en su vida cotidiana, la misma que le fue arrebatada por alguien que encontró como argumento haber visto encarnado al diablo en la estampa de este hombre popular al que muy pocos le conocieron su verdadero nombre de pila ni mayores datos.-
Miguel Antonio Morales Campo es el siguiente en el cuadro.- Nació en Valledupar el 26 de enero de 1960 y es el padre de Eva Sandrith, Kanner y Keyner, del grupo Los K Morales y del fallecido cantante Kaleth Morales, de la llamada Nueva Ola del Vallenato.- Es intérprete de varios temas románticos de este género, como “Mi Diosa Humana”, “Acompáñame” y Sirena encantada. Morales Campo fue cofundador de la agrupación vallenata Los Diablitos al lado de Omar Geles, a quien conoció en una parranda y juntos grabaron siete trabajos discográficos.-
Cierra el círculo José García, un espontáneo o “Ayombero” que llamaban en esos tiempos, se quedó a vivir una temporada en la región en donde se hizo minero, consiguió pareja y junto con Luis Alberto Parra García, en ese entonces Registrador Municipal de El Bagre, y de un acordeonero de apellido González, fueron los jurados del Primer Festival de Acordeoneros y Compositores organizado en la administración del alcalde, en ese entonces nombrado por decreto, el economista Luis Manuel Galván Herazo en 1987.-
Dicho lo anterior, hay que subrayar que hasta en los actuales momentos y gracias a ese espíritu alegre y de camaradería de sus habitantes, El Bagre ha estado presente en los momentos más alegres, pero también en los más tristes que han rodeado a los exponentes de este folclor.-
No sobra decir que en el salón del Club Amistad dejaron escuchar sus canciones y sus mejores y hoy eternas melodías, los desaparecidos Rafael José Orozco Maestre, Diomedes Díaz Maestre, Jorge Antonio González Oñate, el mismo “Jilguero de América”, Lisandro Meza Márquez, Calixto Antonio Ochoa Campo, Gilberto Alejandro Durán Díaz, y el gran Álvaro Arroyo González, el propio Joe Arroyo.-
Allá en el Olimpo de la eternidad, se alza nuestra perenne voz de agradecimiento por habernos dado tanta alegría.-
