Pregunto a quien me quiera escuchar, ¿esto es todo lo que hay para enfrentar la grave crisis que estamos viviendo? Es una crítica que tengo en contra de la pasividad social y del discurso político en Colombia, donde habito y donde ni la sociedad ni el presidente ni el Congreso han mencionado la importancia que debe y tiene que tener el tema ambiental pospandemia; por lo tanto, en la generalidad de las actitudes no se toma en cuenta ni en la mayoría de las exposiciones, con muy contadas excepciones, se plantea alguna alternativa o solución para un asunto vital y clave para la recuperación social y económica del país, entendiéndose con esta expresión la conservación y la protección de la salud y de la buena vida de todas las personas, y de las demás especies que habitan en Colombia y por consiguiente en el mundo.
Porque si hay algo claro que nos está dejando la experiencia que estamos padeciendo es que la misma se está suscitando por el enorme deterioro ambiental y por el tremendo desbalance natural, además por las pésimas prácticas y modelos en los sistemas de explotación de los recursos naturales, incluyendo las malas prácticas económicas y sociales sobre las personas, con las que se vienen generando y provocando los graves problemas, de toda índole. Entonces se hace urgente el tener que iniciar de inmediato movimientos masivos, con políticas agresivas, de recuperación ambiental y de reforestación de inmensos territorios sometidos hasta el día de hoy a la sobreexplotación de los recursos naturales que se encuentran en ellos, de montañas, valles y cordilleras, y de cuantas cuencas hidrográficas existan por todo el país; en nuestro caso particular, buscando recuperar la mayoría de los ciclos naturales de los diferentes elementos químicos, de la mayoría de las condiciones ambientales con las que se producen el agua, el aire y la humedad, incluyendo la formación y conservación de los suelos, todos agentes y efectos necesarios para la vida en general. Igualmente, debe suceder con respecto al resto del planeta, tocando el plano mundial, de allí que no mencionar estas acciones es de una ceguera total y de una gravedad mortal.
Continuar con los estilos, modelos y sistemas de producción y de explotación, hasta hoy utilizados en todo el mundo, es querer mantenernos de espaldas a las gravísimas consecuencias que ellos vienen provocando. Y si la recuperación y protección del medio ambiente no entran en la ecuación de los pasos a seguir, de nada van a servir las inanes acciones que se emprendan. Por eso insisto en que se debe reconsiderar cuáles van a ser las herramientas y las medidas que se van a emplear, porque si la protección y recuperación de la naturaleza no son una de ellas la destrucción del planeta se va a agigantar, y las expectativas y esperanzas de una mejor vida seguirán degradándose. De allí mi llamado a que la mayor tarea que se debe emprender es una reforestación masiva y al mismo tiempo la recuperación definitiva, si no de todas, sí de la mayorías de cuencas hidrográficas, siendo todas acciones que van a requerir y a necesitar bastante mano de obra, y por lo tanto a generar todo tipo de empleos, desde los poco especializados hasta los que implican la construcción de obras de infraestructura especializada, que es la otra realidad en la que estamos, la de nosotros contra el planeta, ante la poca oportunidad que se está brindando de tener una buena educación y una óptima información, que, para finalizar, deben hacer parte de las otras tareas y frentes a trabajar y a mejorar como humanidad.
