Dicen que son los redentores de la nueva generación, que tienen la fórmula para curar todos los males que aquejan al mundo. Son más saludables que el agua de mejorana y quieren ser como el mojito cubano que a todos gusta. Dicen que recibieron cualquier cantidad de premios, que nadie les gana. Reparten abrazos a diestra y siniestra, cantan el Himno Nacional con una rigidez implacable; que de modales aprendieron de su maestra y hasta dicen tener una moral intachable.
Qué pena por mi país, pero la gran mayoría de los que se dicen doctores, no tienen título sino de timadores; no saben cómo se suda cuando se siembra maíz. La gran mayoría son unos bellacos; aprendieron por herencia, el oficio de la interferencia. Me perdonan que se lo diga en la cara, pero no son más que unos cacos. Repito y enfatizo, que se salvan unos pocos, el informe de la procuraduría dice que más del 70 por ciento resultan embadurnados.
No estamos descubriendo el agua caliente, esta es una verdad de Perogrullo: lo sabe el honesto y el elector corrupto, la única que no se entera es la autoridad electoral, esto es un tema más común que candente. Para el pueblo ignorante e incauto, los cincuenta mil pesos que les pagan por un voto les calmará el hambre de un día, pero los condena a vivir en la miseria por cuatro años más, y así prorrogando ‘per saécula saeculórum’.
Bien traída es la sentencia bíblica cuando Jesús se dirige a sus discípulos diciendo: ¨Ustedes son la sal de la tierra y si ustedes se corrompen, ¿Cómo evitar que se corrompa el pueblo cristiano? Lo mismo habría que decirles a nuestros repudiados y no tan amados políticos de las malas mañas, a esos Juanitos alimañas: ¿cómo evitar que se corrompa el pueblo colombiano, si sus dirigentes nadan en mares de dinero mal habido? ¿Si compran candidatos a las alcaldías, líderes comunales, periodistas, medios de comunicación?
La democracia flaquea en nuestro país, cuando el político repite en todos sus discursos que fue barrendero del Colegio Nocturno Marco Fidel Suárez, que lo que digan de él sus contendores, le importa un pepino. La democracia flaquea cuando los discursos solo son saludos aduladores a los anfitriones. La democracia flaquea cuando no se presentan propuestas, sino autoelogios del vanidoso candidato que cuando estuvo en el congreso abandonaba el recinto para no aprobar los temas que verdaderamente benefician a los sectores populares.
La democracia seguirá flaqueando mientras los políticos de carrera, decidan darse la última palomita en el cargo que les faltó medirse (como en la Gobernación de Nariño), antes de irse a disfrutar los jugosos melones ganados por acción de sus mentes retorcidas.
Políticos de miércoles, que se enquistaron en el poder, que frenan la ciencia y la educación, que benefician a los burócratas y banqueros y siembran miseria en el pueblo colombiano.
Políticos de miércoles, jueves, viernes, sábado y el domingo se arrodillan al Sagrado Corazón de Jesús para pedirle que los libre de todo mal. Ellos no necesitan de propuestas, saben muy bien que con su márquetin populachero logran alcanzar sus perversos intereses. Cada vez invierten más plata en sus campañas sin ideas, y pal’ pueblo pan y circo. Y todo sale de lo que pagamos como impuesto al consumir una botella de agua o una Pony Malta con Choco Ramo.
En esta democracia maltrecha que tenemos los colombianos, y, en especial los nariñenses, nos corresponde hacer una elección correcta. Pueden consumir todas las empanadas con café que les ofrezcan, recibir todos billetes con la emblemática figura de nuestro Nobel García Márquez. Pero el voto tiene que ser un acto de patriotismo con el pueblo colombiano. El cambio ha empezado a llegar con nuestro presidente Gustavo Petro, y los beneficios tienen que llegar poco a poco a los adultos mayores, la población trabajadora y los escolares.
Nuestro fin tiene que ser uno solo, derrotar el continuismo, el conservadurismo mañoso y mafioso. Su líder ha hecho expresiones discriminatorias en contra de la banda Herencia de Timbiquí al señalarlos que no pertenecen a este territorio, cuando ellos con amor vinieron a tocar para su profesor Luis Alfonso Escobar Jaramillo.
Sí. Nos referimos a la necesidad de respaldar a todos los candidatos de todas las instancias gubernamentales a nombre del Pacto Histórico y los sectores alternativos. Respaldemos a mujeres lideresas al Concejo de Pasto, y a todos los candidatos y candidatas que tienen un historial de luchas en la defensa de los derechos del pueblo.
Si la sal se corrompe, ¿Cómo evitar que se corrompa el pueblo colombiano? O como dicen en mi pueblo: “La culpa no es del burro sino del que lo arrea”.