En abril de 2001, en su programa “Y dicen con La negra Candela”, Graciela torres emitió un video en el que se veía a la actriz Luly Bossa teniendo relaciones sexuales con pareja de ese entonces, Alberto “Beto” Pérez. Sin duda el escandalo más grande en el mundo del entretenimiento colombiano.
La historia cuenta que fueron novios durante cinco años y que una noche decidieron aprovechar sus cualidades histriónicas y realizar una coreografía erótica en la intimidad de su alcoba, ante una cámara. El casete fue destruido y el tema hasta ahí llegó. O al menos eso fue lo que pensó Luly
Tiempo después la tranquilidad de la actriz se vio interrumpida cuando la llamaron a pedirle dinero para no hacer públicas a través de los medios, las imágenes eróticas en las que ella aparecía. Luly se negó a pagar un solo peso y el video fue ofrecido a diferentes medios.
Graciela Torres había escuchado en varias ocasiones hablar del famoso video, pero fue hasta que un asistente de su programa le contó que una persona a la que él conocía estaba pidiendo dos millones de pesos por el video, pero al final la periodista logró que le regalaran 15 segundos de imágenes.
20 años después el tema sigue siendo materia de conversación sobre todo por las consecuencias que desencadenó. Sobre todo, por toda el agua sucia que le cayó en ese entonces a la cartagenera, que no solo acabó con su nombre sino con ella y su familia.
Su hijo Mayor, Lucciani, tenía ocho años cuando el escándalo sexual se conoció en todo el país y en el colegio por años padeció el bullyng de sus compañeros, motivos que lo llevaron a aislarse y a refugiarse en las malas amistades que lo guiaron por el camino de la droga.
Cuando el video fue emitido por la periodista Graciela torres, La actriz esperaba a Ángelo, su segundo hijo. El estrés y las preocupaciones causadas por el escándalo, en el periodo de gestación, su hijo menor nació con una enfermedad genética.
En el año 2007 Graciela Torres perdió la demanda que la actriz le entabló por el del delito de injuria por la divulgación en televisión nacional y tuvo que pagar una indemnización de $86.000.000 y debido al falló de una tutela, no puede volver a mencionar su nombre en medios de comunicación.
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