Las campañas avanzan por todo el país y los candidatos aprovechan la ocasión para decirle a la gente todo tipo de mentiras. Por ejemplo, algunos expresan públicamente que han llevado dinero a los pueblos. Lo cierto es que ellos no manejan dinero público.
En la Constitución política de Colombia en ningún artículo se dice que los representantes o senadores elegidos deben gestionar recursos y deben utilizar las maniobras, aquello que se llama el tráfico de influencias.
Algunos gobernadores y alcaldes expresan a las comunidades, que (x) candidato es el que ha conseguido recursos para llevar a cabo obras de pavimentación, arreglos de parques o ayudas comunitarias de cualquier índole.
Eso lo dicen mientras usted vota. La corrupción electoral se pavonea con esos cuentos de empleados públicos que buscan mantenerse en la nómina estatal por años hasta la pensión. El pueblo siempre estará sin pensión y en la pobreza absoluta. ¿Cuántas veces los elegidos te han escuchado? Ninguna.
La función de los congresistas es hacer leyes en favor del pueblo. Adicionalmente, desarrolla funciones como la constituyente, la legislativa, de control político, la judicial, la electoral, la administrativa, función de control público, función de protocolo.
La constitución nos explica para que elegimos representantes y senadores. No es verdad que estos señores hagan algo diferente y si lo hacen se llama corrupción.
En épocas electorales los gobernadores, alcaldes, concejales, diputados, representantes y senadores activos se autoproclaman o proclaman haciéndose propaganda, dirigida a la rosca politiquera con el ánimo de continuar llenándose los bolsillos mientras engañan con sus mentiras al elector.
Es por esa razón que quienes tenemos el valor civil de pedirle al ciudadano que revise las promesas de los promeseros, que, con su verborrea y regalos de onces, cerveza, tamales, muebles, colchones, siempre buscan engañar a la gente.
Hoy nuestro país necesita de electores que revisen bien a los candidatos que, en medio de sus discursos de populismo, buscan convencer al incauto para que vote y elija utilizando mentiras electorales.
Si queremos acabar con la corrupción en Colombia, debemos entender que la gestión parlamentaria es la que ha dejado robos millonarios al erario, por permitir que congresistas se metan en el manejo del dinero público y en la contratación estatal.
Los gobernadores, alcaldes y quienes manejan dinero público deben cerrar la puerta a los encorbatados del congreso, que nada tienen que hacer detrás de los dineros del erario. Son estos funcionarios públicos quienes deben gestionar y trabajar porque para eso el pueblo los elige y paga para que lo hagan.
Si elegimos con inteligencia derrotamos la corrupción. ¿Cuántos funcionarios públicos y congresistas están investigados por gestionar lo que no deben y utilizan formas corruptas?