En la película Taken, protagonizada por Liam Neeson, un exagente de las fuerzas especiales de élite irrumpe violentamente en una organización criminal de trata de blancas para salvar a su hija, quien en un viaje a París, con una amiga, son raptadas por una red criminal que trafica con mujeres, especialmente chicas jóvenes. El padre de la joven emprende su búsqueda implacable y asesina no a uno, sino a todos los involucrados en su rapto. Y finalmente rescata a su hija y la regresa al seno de su hogar, conformado por su madre y un padrastro rico. Un final feliz para los protagonistas principales.
No obstante, en la vida real, el protagonista principal de una historia parecida, ocurrida en los Estados Unidos, aunque logró lo mismo que el de la película, es decir, rescatar a su hija y matar al que la vendió o involucró en la prostitución, no obtendrá un final igual, por cuanto deberá enfrentar ahora un juicio y una posible condena por asesinato en primer grado del joven que vendió a su primogénita como objeto sexual en un poblado de Seattle, al noroeste de Estados Unidos.
La historia, parecida a la de esa película, estrenada en 2008, comenzó cuando, John Eisenman, de 60 años, rescató a su hija en octubre de 2020 y luego fue tras el novio de su hija, quien la había vendido a una red de tráfico de personas.
Luego de rescatar a su hija, Eisenman logró encontrar a la expareja de su hija por medio de personas que tenían cercanía con el sujeto. Lo secuestró en un vehículo, luego lo golpeó de manera salvaje con un bloque de cemento. Antes de hacerlo, lo ató y lo puso en el maletero de un vehículo. Posteriormente, lo apuñaló repetidamente, provocando su muerte, según relató a la policía un año después, cuando lo descubrieron; es decir, entre finales de octubre y comienzo del actual noviembre.
El joven había sido reportado desaparecido y el misterio seguía sin resolverse, después de unos días. Con el paso del tiempo, las autoridades siguieron buscando hasta dar con el paradero del cuerpo sin vida de Andrew, como se llamaba el novio malo.
Mientras se realizaba la búsqueda del joven, la familia seguía tratando de encontrar el paradero de la hija, que también había desaparecido. Las autoridades encontraron después un auto abandonado en una carretera y se dieron cuenta de que allí estaba el cuerpo de Andrew Sorensen.
Después de rastrear las pistas, los caminos llevaron a las autoridades hasta John Eisenman, el padre vengador y quien fue capturado e interrogado por la Policía. Su confesión fue más sorprendente aún, mientras las autoridades buscaban respuestas del asesinato del joven.
Cuando John habló, confesó que lo había matado. Todo por una razón que para algunos era justificable; para otros, más difícil de lo que se pensaba, pero ilegal. Solo tuvo que contar la verdad y ahora tendrá que esperar el juicio.
El padre vengador había descubierto que el supuesto novio la había raptado y la había vendido a una red de tráfico sexual. Por ahora enfrenta un cargo de asesinato en primer grado y puede enfrentar una pena entre 14 a 20 años y si el juez determina una gravedad mayor, podría asumir de 25 años a cadena perpetua.
Ahora la justicia pide un millón de dólares como fianza para liberarlo y muchos estadounidenses han ofrecido donar dinero para que ello sea posible, ya que consideran al padre vengador como un héroe.
