Nunca esperé ser uno de los últimos pasajeros del tren de carga entre Bogotá y Santa Marta. Asistía sin saberlo al final de una era.
Era la época en la que el Viajero del Noticiero Nacional descubría un país más rural que urbano que se mostraba poco en televisión.
Ese vehículo invencible lograba descorrer una cortina pesada para mostrar sitios inexplorados.
En 1988 me embarqué en un proyecto para mostrar el país que vivía a lado y lado de una trocha metálica, el mismo que quedó, después de su desaparición, en total olvido y que le permitió a muchos televidentes entender que somos una sociedad particular que le da la espalda a lo que otros le dan la cara.
En los multitudinarios archivos de YouTube alguien insertó este documento audiovisual que hoy exponemos para que nunca se nos olvide que a Colombia la dejó el tren.