Las justas olímpicas París 2024, que se dieron hasta el 11 de agosto, son por estas calendas objeto del chismerío mundial. Estas olimpiadas han dado para todo, empezando porque es la primera vez que la apertura de los juegos no se hizo en un estadio, sino a lo largo del río Sena.
Por primera vez, se alcanzó la paridad de géneros al participar igual número de hombres y mujeres. Las competencias dieron participación a un total de 10.500 atletas, de los cuales 5.250 eran hombres e igual número de mujeres.
Tampoco podemos olvidar la tecnología avanzada que se está utilizando en estas olimpiadas. Realidad aumentada y trasmisiones en 4k han estado a disposición del público,
Otro suceso que causó revuelo fue el pronunciamiento de la conferencia episcopal de Francia, por lo que consideraron “una mofa” de La última cena, por la puesta en escena que se hizo durante el acto inaugural. Pero Thomas Jolly, ripostó asegurando que “la idea era la de una fiesta pagana vinculada a los dioses del Olimpo”. ¿Será la miopía de siglos que sabemos?
Tampoco han estado exentos estos juegos de las quejas de los deportistas por la mala alimentación, la falta de aire acondicionado en los alojamientos, a tal punto que uno de los deportistas denunció “que había gusanos en los pescados”. Los retrasos en el transporte también han sido motivo de quejas. Y al parecer en Francia la cosa está jodida con el precio de la carne, ya que muchos deportistas se han quejado “de la ausencia de carne en la dieta”.
Otro asunto de interés del chismorreo mundialista es el caso de Imane Khelif quien no pasó las pruebas para determinar su género y entonces aseguraron que tenía “cromosomas de hombre”. Según decires, la Khelif ha tenido que soportar que por donde vaya la miren como si fuera un hombre por su aspecto masculinizado, pero resulta que es toda una fémina con un pequeño defecto en sus cromosomas, aseguran algunos medios.
Pero la tapa sí fue con el pobre —o afortunado— Anthony Ammirati, quien fue eliminado luego de un gran salto con pértiga. El hombre tomó la vara en sus manos, midió como todo un experto los pasos que daría y el momento justo en el que tenía que clavar la pértiga en el suelo, impulsar su cuerpo y volar como un ángel sobre el travesaño que estaba puesto a 5,70 metros. Si superaba el obstáculo, el hombre clasificaría a la gran final, ya que se le tenía como favorito.
Hizo todo lo técnicamente posible. Se sintió volar por los aires, superó la barra de los 5,70 y empezó a caer luego de un salto limpio, imponente, … Pero, el diablo es puerco… lo único que olvidó Anthony en el momento de emprender la carrera fue acomodarse los genitales. Y justo cuando pasaba limpiamente sobre el obstáculo, su pene tumbó el travesaño, lo que generó un silencio nunca antes presenciado en un estadio. Como ahora todo se ve en los videos, no se pierden una. Los primeros planos del pene de Ammirati tumbando el travesaño dieron la vuelta al mundo.
Pero como decía mi abuelita “no hay mal que por bien no venga". Ammirati recibió la oferta de una compañía de películas para adultos que le está ofreciendo 250 mil dólares para mostrarse sin ropa, según algunos informes.
Dicen que el hombre está tristemente alegre. Cómo que anda pensando en el dinero de la oferta, mientras ve su teléfono lleno de cientos de mensajes de chicas que quieren ser sus novias. Pero Ammirati no ha dicho nada del causante de su derrota.
Mientras mi abuelita sí dijo: —¡Qué penonón… el que debió de pasar el pobre!
