Toda la carrera legendaria del Carlos "El Pibe" Valderrama pudo haberse truncado en un instante, de no haber sido por la insistencia de su padre "Jaricho" Valderrama.
Era 1980 y el futuro 10 de la Selección Colombia tenía tan solo 19 años. Ni siquiera había fichado por el Unión Magdalena pero ya estaba a punto de hacerlo para dar el salto definitivo a la profesional.
En ese entonces, la policía pasó por el barrio donde el joven Pibe tomaba una gaseosa y les pidió documentos a todos para una requisa. Según la crónica de Sergio Álvarez para Soho, por accidente se le cayó al piso mientras la intentaba sacar del bolsillo, cosa que el policía tomó como que se la estaba lanzando y, cuando el Pibe se agachó para recogerla, le pegó un patadón.
El Pibe, nunca dejándose de nadie, le respondió golpeándolo y salió a correr. Valderrama llegó donde su tía Mercedes y ella intentó calmar a los policías, pero no fue posible. La golpearon también a ella y se llevaron al futbolista al calabozo.
En la Colombia de 1980, por el Estatuto de Seguridad Vigente, golpear a un policía era mucho más grave de lo que puede ser hoy en día, y el Pibe se enfrentaba posiblemente a varios años de cárcel.
Le abrieron hasta una causa judicial en la Base Naval de Barranquilla y casi lo llevan a un Consejo Verbal de Guerra. Todo empezó a mejorar cuando en la cárcel se enteraron que era un prometedor futbolista que iba a llegar al Unión Magdalena, y le empezaron a tratar mejor, incluso lo dejaron acomodarse en la enfermería del penal.
Al final su encierro duró 50 días según el mismo jugador. El juez le dio la boleta de libertad a "Jaricho" porque ya estaba mamado de verlo todos los días ahí averiguando por su hijo, pero le dejó la advertencia. "Vaya, saque al muchacho y póngase a cuidarlo, si vuelve a pegarle a alguien, lo meto a la cárcel a usted, ¿entendido?"
Un mes después el Pibe ya estaba en el Unión y jugando el sub-20 de 1981 con la Selección Colombia. El resto ya es historia.
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