Nadie podría haber imaginado que el productor musical de películas como, La pasión de Cristo, Spiderman II, Godzilla, Armageddon o Dreamgirls, dedicaría media noche a grabar el arpa magistral del maestro Araucano Abdul Farfán, el cuatro de Libardo Rey, los capachos de Fernando Torres y los silbos y coplas de Walter Silva. Sucedió la noche del 3 de agosto de 2015, en los estudios audiovisión de Bogotá.
Colombia magia salvaje es un documental cuyo contenido es mostrar la riqueza de parajes y fauna colombiana. Un proyecto que sobrepasa toda imaginación de producción. Walter Silva, visionario en el joropo, se reúne con Juan Pablo Rodríguez, un arpista de los mas jóvenes y talentosos que hay en la música llanera; analizan lo que van a hacer y arrancan haciendo siete minutos de música instrumental en la que se identifican levemente canciones como 'Ya no le camino más', 'Cachilaperito', 'El chino de los mandados', entre otros arpegios que Juan Pablo logró. De esa manera se le envió la primera muestra al productor David Campbell. La respuesta fue inmediata y aceptada la propuesta. Vendría lo mas difícil: el encuentro personal con la celebridad musical. La noche del 3 de agosto Walter Silva llegó al estudio de grabación con su grupo Cachilaperitos a grabar algunos arreglos bajo la dirección de Abdul Farfán. Vieron llegar a un señor delgado, alto, muy normal en su manera de tratar la gente. Nadie podría creer que bajo su dirección musical se han apoyado cientos de películas famosas. El objetivo era grabar apoyos musicales con sonidos llaneros para acompañar las imágenes llaneras de la película, lo cual, desde el inicio fue sorpresiva para el su productor. Ante el escaso inglés de Walter y sus músicos, el ingeniero de sonido, Mauricio Cano, fue esencial tanto en la grabación como en la comunicación. Tanto que, de ir a grabar para las imágenes del llano, David Campbell terminó por pedirle a Walter Silva, Abdul Farfán, Libardo Rey y Fercho Torres que grabaran más arreglos que serán oídos en cualquier fragmento de la película.
Así pues, el arpa resultó en imágenes de océanos, selvas, llanos, páramos. Campbell alzaba las manos, aplaudía, sonreía y soltó la frase mas recordada: ustedes me han salvado la noche, lo étnico me ha ayudado mucho. Y fue así como Libardo Rey y su cuatro se mezclaron con la guitarra tocada por Juanes, y el arpa de Abdul se abrazó con los sonidos del océano. Un silbido de Walter Silva se quedó perdido en un atardecer, las maracas de Fercho enamoraron al productor tanto que a la fecha de este escrito, Omar Fandiño fabrica dos pares de maracas a petición del señor Campbell.
El joropo nació sencillo para trascender en el universo.