A propósito, la representante Sandra Ceballos (QEPD) se sintió vulnerada en el Congreso en su condición de mujer.
Como el Congreso estaba en receso el Día de la Mujer (8 de marzo), la Cámara y el Senado sesionaron entonces todo el miércoles—comisiones y plenarias— sobre proyectos de ley a favor de la equidad de género, dando apertura a una de las más ambiciosas agendas legislativas, para darle un rol realmente igualitario —con las mismas garantías y derechos— a la mujer en el concierto social.
En el denominado Día M —que fue presidido por congresistas mujeres— terminaron por aprobar en una maratónica jornada más de diez iniciativas legislativas, aspectos tan sentidos en la lucha por la no vulneración de sus derechos, como ampliar de seis a tres años el plazo para interponer acción judicial contra acoso laboral, lo que le da el suficiente tiempo a la mujer para actuar sobre una problemática que estaría afectando aún más a las mujeres, en donde no solo es de jefe a subalterno o viceversa, sino también entre compañeros de trabajo, con el agravante que en algunos casos incluye el acoso sexual.
El paquete de proyectos de ley —que igualmente ha sido promovido por la Comisión Legal de la Mujer, presidida por Nora García e Irma Herrera— incluyó la sólida formación de personas al servicio de la comunidad lactante, en donde su capacitación se adelantará en coordinación con el Ministerio de Educación y las entidades territoriales, como lo concertaron las ponentes Norma Hurtado y Jennifer Arias con el representante de Arauca José Vicente Carreño, quienes acordaron además la obligatoriedad de las Alcaldías Municipales en facilitar su infraestructura y espacios públicos para las actividades de cada unos de los sectores involucrados con esta comunidad.
Con ponencia de la representante del Tolima Adriana Magaly Matiz, la plenaria de la Cámara aprobó una iniciativa —pasa a Senado—que promueve a los partidos y movimientos políticos a inscribir más mujeres para los cargos de elección popular, garantizando más recursos para estimular este tipo de paridad de género, lo que incluso le daría un rol mucho más participativo y determinante a la mujer en estas colectividades.
La estructuración de una política pública para el emprendimiento femenino —con autoría de la Senadora Emma Claudia Castellanos y la representante Ángela María Sánchez— promoviendo la actividad empresarial y facilidad de créditos, es la apertura para que la administración pública tome acciones concretas sobre temas específicos y diferenciales en pro de la mujer.
Entre los proyectos de ley que quedaron pendientes para aprobar en la plenaria de la Cámara, está la modificación a la Ley 1348 de 2010 o Ley Sandra Ceballos, que actualmente establece la atención para el diagnóstico temprano, el tratamiento oportuno y la rehabilitación a los pacientes que sufren de cáncer; y con este proyecto de ley se eliminan las barreras de acceso a programas de apoyo de rehabilitación para las mujeres con cáncer de mama, y tiempos máximos de respuesta para la respectiva atención.
Coletilla. Alguna vez entrevisté a la entonces representante Sandra Ceballos —unos meses antes de fallecer de cáncer de seno— sobre la necesidad de reivindicar plenamente los derechos de mujeres en la sociedad; y no sé cómo se me ocurrió preguntarle si en su condición de mujer en ciertas ocasiones se vio discriminada en el Congreso, y con nobleza y naturalidad me dijo que varias ocasiones sintió la exclusión y sin su valoración de los hombres (congresistas), incluso para asignarle una ponencia o para creer que podía liderar un debate de control político, lo que era totalmente absurdo ante la estructuración intelectual, académica y congresional de Ceballos.
Sin duda, el Día M —en donde el Congreso se volcó a legislar a favor de la mujer— sentó las bases de una nueva era de equidad de género en Colombia.
