El Festival Internacional de Cine de Tromsø, situado en el extremo norte de Noruega, ha ganado reconocimiento mundial por su dedicación a la diversidad y la calidad artística del cine. En el reciente Festival de Cine de Cannes 2024, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Lisa Hoen, directora artística del festival, en la Nordic House. Durante nuestra conversación, descubrimos el fascinante enfoque del festival y su interesante relación con América Latina.
Lisa Hoen se mostró entusiasta al hablar sobre las distintas secciones del festival. "Presentamos una selección de películas internacionales, artísticas. Tenemos un programa de competencia y también un enfoque en los países al este de nosotros, como Rusia y las antiguas repúblicas soviéticas", explicó Hoen. A pesar de las tensiones políticas actuales, el festival mantiene un compromiso con la diversidad cultural, evitando la propaganda rusa.
Uno de los aspectos más singulares del festival es su sección "Films from the North", que incluye películas de Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Islandia, Canadá, Alaska y Groenlandia. "Es como un programa circumpolar", comentó Hoen. "Las personas que viven en el norte tenemos mucho en común, aunque estemos lejos unos de otros. Nuestro público adora este programa porque sienten que dice algo sobre su identidad".
En cuanto a la relación con América Latina, Hoen señaló que, aunque no tienen una sección específica dedicada a esta región, sí se esfuerzan por incluir películas de todo el mundo, incluyendo América Latina. "Tratamos de presentar películas de todas las partes del mundo, así que las películas latinoamericanas también son una parte importante de eso", afirmó.
El festival de Tromsø, ubicado en una de las ciudades más septentrionales del mundo, es un lugar único para un evento cinematográfico de esta magnitud. La elección de Tromsø como sede del festival tiene sus raíces en la visión de un director de cine apasionado que, hace 34 años, quería ofrecer a los noruegos algo más que películas estadounidenses. "En Noruega, solo se presentaban películas estadounidenses y casi no había películas internacionales. Por eso comenzó el festival, para presentar películas que no fueran de los EE.UU.", explicó Hoen.
Lisa Hoen destaca que el Festival de Tromsø es el más grande en términos de asistencia en Noruega. "Somos una ciudad de 75,000 habitantes y vendemos 60,000 entradas", señaló. Una de las características más notables del festival es su realización durante la noche polar, un período en el que el sol no aparece por dos meses, pero en el que se puede observar la aurora boreal. "El ambiente es muy social; la gente ama ir al cine, a los cafés, y discutir sobre las películas", añadió.
Además, el festival cuenta con proyecciones al aire libre en la plaza del mercado, donde los espectadores deben abrigarse bien para disfrutar del cine de invierno. "Las escuelas van al cine por la mañana al aire libre. Es un escenario único que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo", dijo Hoen.
Respecto a la cultura cinematográfica escandinava, Hoen resaltó la libertad de expresión y el humor negro característico de la región. "Es tan oscuro y frío donde vivimos que necesitamos reírnos de lo que podamos, incluso de las tragedias. Nuestra audiencia adora el humor negro, y esto también se ve en las películas finlandesas e islandesas", concluyó.
Hoen también destacó la colaboración entre los países escandinavos en el ámbito cinematográfico donde suelen compartir stands o fiestas bajo el paraguas de Escandinavia o Nordic. "Compartimos los mismos valores: democracias sociales, libertad de expresión, igualdad entre hombres y mujeres. Esto facilita la colaboración entre los institutos de cine y los gobiernos", explicó. Aunque existen diferencias culturales, como la organización de los suecos o el liberalismo de los daneses, las similitudes prevalecen, fomentando una fuerte unión en la región.
En cuanto a la audiencia del festival, Lisa mencionó que atrae a personas de toda la región, incluyendo Finlandia, el Reino Unido y voluntarios de todo el mundo. "El inglés es el idioma principal del festival, lo que facilita la participación de personas de diversas nacionalidades. Tromsø es una ciudad internacional con 140 nacionalidades, gracias a la universidad y a los investigadores de todo el mundo", añadió.
Al finalizar el festival, el objetivo es que el público se sienta desafiado artística y filosóficamente. "No queremos presentar mucho cine comercial, queremos que se debata y discuta lo que se ve en las películas, y que se reflexione sobre valores humanistas y la libertad de expresión", explicó Hoen.
Finalmente, al hablar sobre la importancia del Festival de Cine de Cannes para Tromsø, Hoen enfatizó la calidad y diversidad de su programación. "Cannes es un lugar de encuentro para todos en la industria del cine. Nos permite descubrir películas de todo el mundo, incluidas aquellas de América Latina y África", explicó.
El Festival Internacional de Cine de Tromsø es un evento destacado en Noruega, así como un puente cultural entre diversas partes del mundo, incluyendo América Latina, celebrando la riqueza del cine global en el corazón del Ártico.