Quienes viven la rumba en Bogotá saben perfectamente que el Castillo Marroquín es el lugar donde se llevan a cabo los eventos nocturnos más épicos de la capital. Se encuentra ubicado a las afueras de Bogotá, por la Autopista Norte, sobre el sector de La Caro y para quienes no lo han visitado es una construcción muy llamativa. Perteneció a José Manuel Marroquín, quien llegó a ser presidente de Colombia entre 1900 y 1904.
Este increíble lugar inició su construcción en 1898 por una de las familias más adineradas de Colombia. Según lo contó el antropólogo e investigador Esteban Cruz Niño, los problemas del castillo empezaron porque su edificación se hizo en medio de un país pobre algo que no fue muy bien recibido en aquella época.
Un lugar lleno de actividad paranormal
Pero lo más impactante del lugar no es su belleza, ni la familia poderosa que allí vivió, si no lo que pasó en los más de cien años que lleva construido. Actualmente, la tierra donde está construido el castillo es propiedad del Estado, pero por el lugar han pasado todo tipo de personas y por lo tanto está cargado de una historia muy fuerte e incluso actividad paranormal.
Una de las historias más famosas es la de Trinidad Forero de Ricaurte, una mujer que según informó su propia familia rezó por última vez en la capilla del lugar y luego se levantó para desaparecer para siempre.
Por otro lado, en la actualidad, muchas personas dicen ver o escuchar a una mujer con extremidades largas que camina con un bebé muerto entre sus brazos, a este supuesto espectro le llaman ‘La Zancona’. Además, a mediados del siglo XX el lugar fue usado como un hospital psiquiátrico donde tras escenas de drama, gritos y alucinaciones, dos internos se suicidaron.
Un centro del narcotráfico colombiano
En el lugar también estuvo Juan Camilo Zapata, quien era uno de los hombres de confianza en Bogotá de Pablo Escobar Gaviria y manejaba el tráfico de cocaína en todo el centro del país, además, sus compañeros le decían El Brujo, por su interés en lo esotérico. En 1988, pagaría cinco mil millones de pesos de la época para quedarse con el Castillo Marroquín. Según cuentan el mismísimo Pablo Escobar planeó varios de sus operativos allí.
Además, alias ‘El Brujo’ como le decian a Zapata estaba rezado pues ninguna bala le entraba en el cuerpo, ningún grupo de búsqueda de la policía podía detectarlo. Por eso, en solo ocho años penetró 180 compañías de diversa razón social para lavar dinero producto de los embarques de cocaína al exterior.
En diciembre de 1989 el Ejército mató a Rodríguez Gacha, por lo que Zapata huyó y tres años después, en 1992 y mientras estaba en los Llanos Orientales fue dado de baja. Era otro dueño del castillo que había muerto en circunstancias inusuales.
Sin embargo, todo parece indicar que en la actualidad el lugar está libre de aquella extraña energía negativa y paranormal que le dio mala fama por muchos años. No se sabe si alguien fue a exorcizar o si los mitos fueron parte de un terror colectivo alimentado por su pasado escabroso. Aunque nada le va a quitar la majestuosidad y belleza que representa este icónico lugar.
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