Martes 23 de Diciembre, hora pico, Bogotá, mucho más congestionada de lo habitual, trancones en ....en todas las vías, las personas van apuradas, unas ha hacer sus compras de última hora, otras a salir de la ciudad para reunirse con sus seres queridos en otras ciudades.
Yo soy una ciudadana mas, estresada, me abro paso entre la multitud tratando de llegar a mi casa para recoger a mi hija y enviarla con mi hermana a otra ciudad, la envió con ella porque tengo que trabajar media jornada mañana, no pude comprar tiquete anticipado y no quiero pasar angustias con mi hija pequeña, mi hermana por el contrario había hecho la compra anticipada por internet de su tiquete, para hoy 7:30 pm, ya en otras ocasiones hemos hecho uso de este servicio, por internet te evitas colas, angustias de último momento, largas filas, etc. Mi hermana llega sobre tiempo, los trancones de la ciudad atravesándola de Suba al Terminal Salitre un día como hoy es toda una proeza, llevada a cabo por mi cuñado, pasamos el comprobante que envían al email luego de la compra , nos informan que este no es lo impreso era solo el comprobante de pago, nos dicen donde podemos obtener el tiquete lo obtenemos, pero al entregarlo nos dicen que la hora quedo mal en el tiquete, demostramos que la hora escogida en la compra era 7:30 pm,el error lo cometió la taquillera al imprimir, nos permiten el ingreso, acompaño a mi hermana, guardo su equipaje en el maletero de las vans, las dejo en el bus en la silla asignada y cometo el error de pensar en el trancón que me espera montada en un bus de regresó a casa, entonces me voy antes que arranque la vans.
Me entra una llamada al celular llegando a la Av. Boyacá a pie, decido no sacar el celular y atender el concejo de nuestro alcalde "no sacar el teléfono en la calle", cuando contestó, ya en la buseta, me enteró: los taquilleros bajaron a mi hermana de la van, le bajaron las maletas de la bodega para obligarla a bajarse, la dejaron fuera con dos maletas de viaje, una de mano y una niña en brazos, no contentos con esto, hicieron caso omiso a sus quejas, reclamos y solicitudes, siguieron sus actividades como si nada, ignorándola.
¿Porque se dio esta situación? porque habían vendido dos veces el mismo pasaje, una por internet y otra por taquilla en el terminal, el ansia de vender, la codicia. Y obviamente era más cómodo bajar a la pasajera indefensa que enfrentarse a la furia del otro pasajero al que le habían vendido en tiquete en taquilla.
Creo que los empleados de la empresa Bolivariano han estado en conversaciones con el gremio de taxistas de Bogotá, y han decidido adoptar sus tácticas de: "si no me da la gana no lo llevó, bájese del carro"
Lo del cliente siempre tiene la razón es un cliché, ahora solo importa aprovechar la temporada, vender, vender y vender, pasándose por encima de valores, respeto, ética.
¿Servicio al cliente?, no para que perder el tiempo, no contestan la "linea amable" , no ayudan las personas a cargo, y queda en la mesa la pregunta que también surge con los recientes casos de los taxistas: ¿Quién ejerce supervisión, control, regulación y toma medidas ante las actuaciones de las empresas prestadoras del Servicio de Transporte que perjudican al pasajero?
Lo más doloroso o indignante, la situación solo se soluciono cuando llego mi cuñado 40 minutos después a respaldar a mi hermana, claro ya no era una mujer sola con una niña pidiendo solución, había un hombre hablando, Colombia sigue siendo machista y Bolivariano respalda y propende prácticas denigrantes para sus pasajeras. Para mi próximo viaje fuera de Bogotá llevaré Bigote, para obtener un mejor servicio.
